Normalmente, cuando una persona lleva a cabo una operación por primera vez con monedas virtuales, no suele caer en las consecuencias fiscales que esta actividad conlleva. Pero lo cierto es que los impuestos que se derivan de este tipo de actividades pueden convertirse en una pequeña pesadilla por la falta de información y por su complejidad.
6¿Cómo se pueden reflejar las criptomonedas en la declaración de la renta?
La renta de las monedas virtuales se divide en cuatro apartados. Uno es las ganancias y pérdidas por transmisión. Aquí se incluye la actividad de intercambio y compraventa de monedas. En el segundo apartado, rendimientos de capital, están incluidas las plataformas a la que se envían las criptodivisas y donde se generan rendimientos. Aquí es donde se guardan las criptomonedas y donde se puede ver la evolución de su valor.
Existe un tercer apartado en el que se incluyen los programas de referidos, los airdrops, los hardforks, etc., es decir, cuando aparecen en el monedero las monedas virtuales sin que se haya transmitido ningún activo. En el último apartado se incluye la compraventa de criptodivisas para terceros, la minería o el trading entre otros.