Uno de los grandes placeres de esta vida es salir a comer fuera de casa. Aunque si haces una mala elección en el menú, puede que tu experiencia gastronómica se vea afectada. Piensa que elegir mal, puede tener consecuencias varias: desde un plato completamente decepcionante, hasta una intoxicación alimentaria.
9Cócteles preferiblemente sin adornos
Si eres un apasionado de los cócteles llamativos que llevan algún adorno, puedes tener un riesgo mayor de caer enfermo. La mayor parte de las veces, las guarniciones que se ponen en la copa se mantienen a temperatura ambiente, siendo muchas las personas que las están tocando de manera continuada. Las mismas pueden contener cualquier bacteria que pueden llegar a provocar desde una enfermedad gastrointestinal hasta unas paperas, por lo que lo mejor es no llevárselas a la boca. De hecho, un estudio ha concluido que las rodajas de limón o de naranja que con mucha frecuencia se ponen en los cócteles, albergan E. coli. Para estar totalmente seguros, lo mejor es pedir que no te adornen la bebida.
Comida de los bufés, ¿contaminada?
No hay nada mejor que acudir a un bufé libre y disfrutar de la gran variedad de opciones que existen. Pero acudir a uno conlleva ciertos riesgos, ya que en el momento de la preparación de los platos puede que en algún momento se produzca una contaminación cruzada. Esto significa que un alimento puede haber entrado en contacto con otro cargado de bacterias, como los huevos crudos o el pollo y acabar contaminándose también. Y esto puede llegar a convertirse en una cadena. Por eso, lo mejor es que cuando vayas a un bufé escojas comida que esté cocinada completamente o que no haya tenido necesidad de entrar en la cocina como por ejemplo, la típica fuente de chocolate. Evita las frutas y las verduras crudas.
