Se trata de un órgano interno que se encuentra presente en prácticamente en todos los animales vertebrados, que juega un papel fundamental en el bienestar del organismo de los seres humanos, por lo que debe ser cuidado, teniendo una alimentación adecuada.
Es bueno que te tomes unos minutos para que te enteres de lo que es el bazo, como funciona y el papel que juega en tu sistema inmune, por lo que debes aprender a cuidarlo y a evitar sufrir que dolencias que lo afecten.
¿Qué es el bazo?
Se trata de un órgano que está integrado dentro de lo que llamamos sistema linfático, en él se centra toda la actividad de tu sistema inmune, facilitando la destrucción de los glóbulos rojos, así como de las plaquetas que ya han cumplido su función, y han caducado, y en el período en que los seres vivos se encuentran en la etapa fetal, tiene una importante función porque ayuda a producir los nuevo hematíes de la sangre del feto, lo que recibe el nombre de hematopoyesis.
¿Cuáles son las principales características del bazo?
En los seres humanos, es un órgano de forma aplanada y ovalada, que está ubicado en el lado superior del abdomen, orientado hacia la izquierda, cercano al páncreas, bajo el diafragma y al riñón de ese mismo lado. Se trata de un órgano que es bastante vascularizado, y en caso de que sufra de alguna lesión, se produce un sangrado interno que puede llegar a ser tan grave que puede ocasionar la muerte.
Está cubierto por una membrana que recibe el nombre de peritoneo, está unido al diafragma gracias a un ligamento que recibe el nombre de frenoesplénico y se sujeta con bandas fibrosas que lo unen al peritoneo y tiene relación con las costillas izquierdas 11va., 10ma., y 9na. Y se ubica bien sea encima de lo que se llama flexura cólica o en un ángulo esplénico con relación al colon, con el cual también está unido por un ligamento llamado esplenomescocólico y con el estómago, gracias al epiplón gastroesplénico.
Tiene un tamaño que puede variar, pero en promedio puede llegar a medir trece centímetros de largo, nueve centímetros de ancho y cuatro centímetros de ancho, llegando a tener un peso de 100 gramos a 20 gramos.
¿Puede una persona vivir sin tener el bazo?
Si. El procedimiento quirúrgico para removerlo recibe el nombre de esplenectomía y las personas pueden seguir viviendo sin tener el bazo, aunque con algunas complicaciones y cumpliendo unas reglas o regímenes rigurosos.
¿Qué significa que es un órgano vascularizado?
Esto significa que recibe una irrigación sanguínea a través de muchas arterias que se ramifican en su interior. Esta irrigación comienza en la arteria llamada esplénica, que forma parte del denominado tronco celíaco, penetrando en el bazo en el área llamada hilio. De inmediato de divide en dos ramas, que son la inferior y la superior.
Estas dos, a su vez, se dividen en arterias mucho más pequeñas de manera sucesiva, hasta que se forman las arteriolas centrales que conforman una pulpa blanca. Las arteriolas también vuelven a ramificarse en lo que se denomina capilares perifoliculares, que son los que finalmente drenan hacia los sinusoides o senos venosos que se encuentran en una pulpa roja.
Al final, estos sinusoides venosos, formados por los folículos, se van agrupando hasta que se forma la vena esplénica que sale del bazo igualmente a través del hilio.
¿Cómo es la estructura del bazo?
Está conformada por la capsula fibrosa del exterior, que es lo que le confiere su forma, y dos clases de tejidos que se encuentran en la parte interna del órgano, a los que llaman pulpa blanca y pulpa roja. La pulpa blanca es la que posee una arteria central y los nódulos linfoides que poseen células B, llamadas foliculares, en el interior, mientras que la pulpa roja es donde se encuentran los sinusoides.
Para decirlo en palabras sencilla, podemos describir al bazo como un árbol que se ramifica en vasos sanguíneos arteriales y en arteriolas que terminan en los sinusoides de tipo venoso, y es en el paso que realiza la sangre de las arterias a las venas en donde se realiza la filtración para eliminar de la misma los microorganismos, y se destruyen las plaquetas y los hematíes que ya cumplieron su vida útil.
¿Cuáles son las funciones que realiza el bazo?
Las funciones que realiza el bazo se dividen en:
- Inmunitarias: tanto celulares como humorales, porque los antígenos se filtran desde la sangre que circula y son transportados hacia los lugares germinales, en los que se sintetiza la inmunoglobina M. Igualmente tiene un papel importante para producir properdina, tufsina y opsoninas que tienen una función esencial porque realizan la fagocitosis de los microorganismos dañinos y los encapsulan.
- Hemáticas: en el bazo se produce la hematopoyesis del feto, para producir los eritrocitos o glóbulos rojos, desapareciendo en la fase adulta, a menos que se sufra de un trastorno mieloproliferativo, mermando la capacidad que tiene la médula de los huesos para producirlos. Además, es en el bazo en donde se destruyen los glóbulos rojos que cumplieron su vida útil o que sufren de alguna anomalía, funciona como un depósito para el hierro y contiene una parte importante de los macrófagos y las plaquetas que pasarán a la sangre cuando se necesite.
¿Cuáles son las enfermedades que pueden afectar al bazo?
El bazo puede ser afectado por infecciones, dolencias hepáticas y varias clases de cáncer, como leucemias y linfomas. Un traumatismo exterior puede producir daños o directamente la ruptura del bazo, con un sangramiento interno que puede llegar a ser muy grave. Su tratamiento va a depender de lo grave que sea la dolencia o la lesión, pudiendo llegar a una esplenectomía o extirpación del bazo.
También puede darse la esplenomegalia, que es un incremento anómalo del bazo, superando con creces sus medidas, lo que lo hace palpable, ya que normalmente no lo es, y eso se hace a través de dos procedimientos que utiliza el doctor que son la percusión y la palpación.
Pero la esplenomegalia no es una enfermedad sino un síntoma que puede tener diferentes causas, siendo las más frecuentes la hipertensión por dolencias del hígado, leucemias o linfomas, infecciones como el paludismo, la mononucleosis o el kala azar, anomalías en el proceso de atrapamiento de los glóbulos rojos como la anemia hemolítica, la anemia de las células falsiformes o la talasemia.