El puré de patatas es una de las guarniciones más completas y saciantes con las que puedes acompañar diversos platos y además, es uno de los consentidos. Y cómo no serlo, si su protagonista es la patata, un tubérculo muy bien apreciado en la gastronomía española y que se disfruta de las más diversas maneras.
Un rico puré de patatas puede acompañar divinamente una pechuga de pollo a la plancha, un rico pescado e incluso un cachopo tradicional cuando se quieren disminuir un poco las calorías añadidas con las patatas tradicionalmente fritas. Hacerlo realmente rico y cremoso es uno de los mayores anhelos de todos; y es por eso que hoy te contaremos lo que debes echarle para que su cremosidad te atrape.
1Cuáles son las mejores patatas para preparar un puré
Cada patata tiene un uso muy particular y no resultan iguales en cada tipo de preparación. Para unas patatas fritas, por ejemplo, unas patatas nuevas son las ideales, ya que gracias a su escasa cantidad de almidón, estas resultan más secas y crujientes.
Pues bien, en el caso de la preparación de cremas, guisos y purés, las mejores son definitivamente las viejas. Estas patatas resultan más almidonadas y cremosas; lo que las hace facilitar el viaje hacia un puré excepcionalmente cremoso.