La primavera trae consigo los molestos síntomas de la alergia al polen. Es una de las afecciones más sufridas por la población. De hecho, en España alrededor del 20% de la población la padece. Algunos de los síntomas más comunes son la congestión nasal, el lagrimeo y enrojecimiento de los ojos, la conjuntivitis o el aumento de la mucosidad nasal. No existe remedio que lidiar con ello, pero si una serie de consejos que te ayudarán a mejorar y así, poder disfrutar de esta estación tan bonita. A continuación te recomendamos una serie de hábitos que, si los adoptas, mejorarán sensiblemente tu exposición al polen.
7Alergia: llevar gafas de sol
Utilizar gafas de sol evita que el polvo y el polen suspendido en el aire entre en los ojos y disminuye las molestias que produce la luz, ya que la conjuntivitis alérgica lleva asociada cierta intolerancia a niveles altos de iluminación. También es aconsejable alternar el uso de lentillas con el de las gafas graduadas. Las gafas sirven como pantalla protectora contra el polen, por eso son unas buenas aliadas para las personas alérgicas. Pero si no empleas lentillas desechables, es importante que limpies continuamente tus lentes de contacto para eliminar los restos de alérgenos que se han quedado adheridos.