La primavera trae consigo los molestos síntomas de la alergia al polen. Es una de las afecciones más sufridas por la población. De hecho, en España alrededor del 20% de la población la padece. Algunos de los síntomas más comunes son la congestión nasal, el lagrimeo y enrojecimiento de los ojos, la conjuntivitis o el aumento de la mucosidad nasal. No existe remedio que lidiar con ello, pero si una serie de consejos que te ayudarán a mejorar y así, poder disfrutar de esta estación tan bonita. A continuación te recomendamos una serie de hábitos que, si los adoptas, mejorarán sensiblemente tu exposición al polen.
3No frotes los ojos y lava tus manos de forma frecuente
Es primordial tener una perfecta higiene de manos para evitar problemas mayores si frotamos nuestros ojos. Se puede llegar a sufrir una infección como la conjuntivitis o una importante rojez debido a la rotura de algunos pequeños vasos sanguíneos. La mejor manera de prevenir esta descompensación es protegerse los ojos y utilizar lágrimas o colirios artificiales para lubricar y limpiar la superficie ocular.
Además, es recomendable acudir al oftalmólogo durante la época primaveral en los casos de ojo seco sintomático o que tiendan a las reacciones alérgicas para emprender las medidas necesarias para evitar una descompensación que agrave las molestias.