Tiger Woods ha reencarnado. El golfista, quien es uno de los máximos exponentes en la historia de esta disciplina, ha regresado a los campos y no ha pasado desapercibido para los millones de fanáticos que tiene alrededor del mundo. El eterno campeón de 46 años de edad vuelve al lugar que le ha dado tanto a su carrera. A pesar de las adversidades, se ha reencontrado con los suyos. No es una etapa fácil, porque todavía sufre los embates de su accidente, pero es una buena noticia que esté nuevamente en competencia.
6Las secuelas le pasan factura
La ciudad georgiana donde se disputó el evento estuvo con un clima seco y el frío hizo de las suyas. Estas condiciones no fueron las mejores para Tiger Woods. Viene arrastrando problemas en su movilidad, y la espalda que ha sido otro de los detonantes en su cuerpo que trata de mitigar un poco estando activo.
Aun así, el jugador no mostró signos de dolencias. Más allá de que se cansa un poco más y es entendible. Pero su espíritu de guerrero ha podido más que esas contras que lleva encima, y trata de que no lo limiten tanto.