Se han dicho muchas cosas respecto al concepto de amistad. Que es un sentimiento, que es una relación, pero si reunimos ambas nociones, resulta ser una relación de naturaleza afectiva, distinta a la relación de familia, que se puede establecer entre dos o más individuos. Sin duda, es una relación que ha caracterizado a muchos individuos, quienes gracias a la amistad con otros han podido sentirse plenos, llenos de afectos, acompañados.
Pero el verdadero concepto de amistad implica muchas otras cosas, así que te sugerimos que continúes la lectura, para que entiendas el verdadero sentido de lo que encierra la palabra amistad.
¿Qué es la amistad?
Antes dijimos que es una relación de naturaleza afectiva, que puede surgir entre los seres humanos. La palabra tiene orígenes latinos, amicitas o amicitatis, que son derivaciones del término amicitia, que literalmente se traduce como amistad y que proviene de la palabra amicus, que significa amigo, y que a su vez deriva del verbo amare, que quiere decir amar.
Al analizar los orígenes de la palabra, se llega a la conclusión de que primero existió el amor, después el amigo y finalmente la amistad, lo que hace que en el origen de este tipo de relaciones se encuentren vínculos afectivos, pero implica mucho más en su interior y de no respetarse la amistad se rompe.
Sentimientos como compromiso, incondicionalidad, solidaridad, lealtad y amor se encuentran entrelazados en una verdadera relación de amistad, más allá de un simple conocimiento o acercamiento a una persona, de la cual no podríamos decir que es una amiga, sino una conocida. La amistad, la de verdad, es un vínculo complejo que se va desenvolviendo con el paso de los años, cultivándose, desarrollándose, evolucionando, tal y como lo hacen los seres humanos.
¿Entre qué personas se puede formar un vínculo de amistad?
Puede establecerse entre todo tipo de personas, entre familiares, esposos, novios, entre mujeres y hombres, o entre hombres o mujeres únicamente, y para establecer un vínculo de amistad no importa la edad, la posición social, la cultura, la ideología, la religión o la edad. También es posible que surja una relación muy cercana a la amistad entre seres humanos y animales, pues no por nada se dice que el perro es el mejor amigo que puede tener el hombre.
¿Cómo puede nacer un vínculo de amistad?
Este tipo de vínculos puede ser establecido dentro de las más distinta situaciones o contextos, por ejemplo, podemos tener amistades en el café o en el bar al que siempre vamos, en el club al que acudimos, en fiestas, en la universidad, en la escuela, en el sitio de trabajo, en el lugar en donde vivimos, por medio de otros amigos, por medio de redes sociales, y muchos otros más.
Ahora bien, no todos los vínculos de amistad poseen en mismo nivel de compenetración personal. Es posible que tengamos amigos a quienes sentimos como lejanos, pero también podemos tener una relación de amistad tan cercana y personal que hablamos de los mejores amigos, de modo que pueden existir grados de superioridad o inferioridad en los vínculos de amistad, pero en todo caso se extraña al amigo.
¿Mi amigo tiene que parecerse a mí?
Ciertamente, existen vínculos de amistad entre aquellos individuos que poseen muchos rasgos en común, como afinidades, intereses y gustos, pero también es posible que un vínculo de amistad pueda surgir entre individuos que no comparten los mismos intereses o costumbres.
Es más, tener diferencias se ha vuelto un elemento fortalecedor de un vínculo de amistad, ya que una buen vínculo de amistad normalmente hace que los amigos se enriquezcan o se complementen como individuos, no circunscribiéndose únicamente a un intercambio de sentimientos, información e ideas, pues también un buen vínculo de amistad permite a los amigos compartir tanto los malos como los buenos momentos.
¿Cómo se relacionan la amistad y el amor?
Lo que tienen en común la amistad y el amor es que en ambos vínculos se crean profundos lazos de sentido de compromiso, de lealtad, de respeto y de afecto. Es más, podemos afirmar que en todo vínculo de amistad siempre está presente el amor, y en el amor, por lo general, también se puede establecer un vínculo de amistad.
No obstante, existen diferencias entre ambas, una de ellas es que se dice que el amor verdadero debería durar para siempre, tal como lo indican los votos matrimoniales, mientras que un vínculo de amistad, que no se encuentra atado por otra cosa que no sea el compromiso de un afecto que es recíproco, puede ser más duradera y sólida que un amor.
Otra diferencia se encuentra en el hecho de que en un vínculo de amistad no existe una atracción sexual de por medio, que implique un tipo de amor distinto, pero todos hemos escuchado que es posible que una buena amistad evolucione hasta convertirse en amor.
Finalmente, en un vínculo de amistad, los amigos pueden tener múltiples causas para serlo, como que están obligados a compartir espacios, como ocurre en la escuela, la universidad, o el sitio de trabajo, y es posible que los amigos compartan intereses en común, pasiones y gustos afines, o que se admiren mutuamente, mientras que en una relación amorosa, no es necesario que los que se aman deban tener estos elementos en común, y, a pesar de ello, sientan un fuerte deseo de permanecer juntos.
¿Qué es a lo que llaman amistad verdadera?
En una sociedad globalizada, parece que vínculos como la amistad verdadera se han vuelto utópicos. A día de hoy, las relaciones se basan en la superficialidad y la inmediatez, porque los individuos hemos perdido la capacidad de dejar de lado los intereses personales, para poder construir un vínculo real, sólido y duradero de amistad.
Ahora tenemos denominaciones de tipo práctico como “amigos con derechos”, “amigos con beneficios” y lo que se persigue en ese tipo de vínculo trasciende a algo más íntimo que un vínculo de amistad, para convertirse en algo más parecido a una relación amorosa o de tipo sexual, evitando todo el compromiso social que supone la formalización de un noviazgo o, más serio aún, de un matrimonio.
Pero la amistad de verdad todavía existe, porque hay individuos entre los cuales aún existe un vínculo de cariño, cuidado, atención y lealtad superior a una relación superficial. Hay amigos con los que todavía podemos contar para cualquier situación, en todo momento y por toda nuestra existencia.