A San Benito Massarari, también llamado san Benito de Palermo, se le apodó “el moro” o “el negro”, debido al color de su piel, aunque su gran fama como fraile logró ganársela entre los pucheros de la congregación. Ciertamente su nombre era Benito, pero fue renombrado con el nombre de Massarari, porque era oriundo de esa población de Sicilia, y se le reconoció como un hombre muy humilde, lo que le valió la entrada a la Orden de los Hermanos Menores, seguidores de San Francisco de Asís.
San Benito Massarari
Conocido como el moro, se dice que los padres de este santo eran originarios de África, y que trabajaban en condición de esclavos para un patriarca muy rico, del cual terminaron por adoptar su apellido. El padre de San Benito Massarari hizo los méritos suficientes como para ser nombrado mayordomo mayor, y a cambio de sus servicios, el amo le prometió que le daría la libertad a su hijo, quien apenas con diez años de edad, ya tenía la fama de ser “el negro santo”.
Diez años después, San Benito Massarari tuvo que pasar por el penoso trance de que un ciudadano de la población hizo burlas de él por el color de su piel. Este acto fue observado por un discípulo de la orden de San Francisco de Asís, y pudo presenciar la diplomática contestación que San Benito le dio, después de lo cual el monje franciscano profirió la frase “ahora os burláis de este pobre negro; pero yo os digo que dentro de poco oiréis grandes cosas de él”.
San Benito Massarari logró entrar a la orden de los monjes franciscanos, pero el capítulo al que se unió fue disuelto, así que luego ingresó en el convento de nombre Monte-Pellegrino, también conocido con el nombre de Santa María de Palermo, que queda muy cerca de esa ciudad. Pero dándose el caso de que San Benito no había aprendido a leer ni a escribir, fue aceptado como hermano lego por los frailes, para realizar labores en la cocina del convento. Se destacó mucho en las actividades culinarias, porque era un excelente cocinero.
Llegado el año 1578, fue elegido por los frailes como superior del convento, aunque sólo era un lego que no tenía el conocimiento literario ni experiencia alguna sobre el gobierno de un convento. Pero llegó a realizar un esfuerzo tal que durante los últimos años que vivió, los pasó enseñando a los novicios, volviendo nuevamente a cocinar, porque esa era la actividad que verdaderamente amaba, por eso se dice de él que fue un santo entre los pucheros del convento. Finalmente fue canonizado después de un largo proceso en el año 1807.
Ahora bien, en este día 04 de abril, no se recuerda únicamente a San Benito Massarari, sino que también celebramos el ejemplo dado por otros santos y mártires, cuyas acciones fueron lo suficientemente importantes como para ser estimados como verdaderos ejemplos de cristiandad, entre ellos tenemos a San Agatópodo, San Pedro de Poitiers, San Platón de Constantinopla, San Teódulo, Beato Cayetano Catanoso, Beato Francisco Marto, Beato Guillermo Cuffitelli y Beato José Benito Dusmet.