CC.OO. ha denunciado que el hecho de que muchos transportistas trabajen a pérdidas no responde al alza del precio de los carburantes, sino a la competencia desleal que practican los autónomos y las empresas, que es tolerada tanto por las organizaciones empresariales como por el propio Gobierno, que no pone fin a esa situación.
El sindicato explica que al haber aprobado ayudas y bonificaciones para estas empresas y autónomos, lo que ha hecho el Gobierno es perpetuar la situación. Por el contrario, cree que la solución pasa por reconocer que son falsos autónomos, ya que realizan de forma continuada un mismo trabajo para una empresa de la que dependen, y tratarlos como asalariados.
De la forma en la que ahora está organizado este sector, CC.OO. señala que todo pivota en torno a la externalización de los riesgos y el abaratamiento de los costes, en el que los perjudicados son los autónomos, que no tienen poder de negociación y a los que las empresas «tienen a su servicio, dirigiendo, organizando y pagando lo que consideran».
En caso de que se reconociese su condición de asalariado, como ya pasó con la Ley Rider para los falsos autónomos repartidores, el sindicato señala que tendrían un salario mínimo garantizado, unos costes fijos de Seguridad Social, una normativa que garantiza los derechos laborales como el derecho a la negociación colectiva y a la huelga, todo de lo que un autónomo carece –las últimas movilizaciones respondían a un paro patronal, no a una huelga–.
Por todo ello, CC.OO. lleva un tiempo pidiendo al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana una reunión a tres partes (Gobierno, patronal y sindicatos) que abra una mesa de diálogo social para tratar de solucionar todos estos problemas estructurales del sector.
«Son las patronales integradas en el CNTC quienes únicamente tienen interlocución con el Ministerio de Transporte y están consiguiendo para sí, que no para el sector, el respaldo de la ministra socialista, Raquel Sánchez. El sindicato advierte de que si no se crea una mesa de diálogo social que incluya a todos los agentes sociales, los conflictos en el sector no van a parar».