La Fiscalía de Cantabria solicita una pena de 14 y 11 años de prisión a dos hombres naturales de Argelia por un delito de agresión sexual con penetración a una mujer en julio de 2019 en Torrelavega.
El ministerio público imputa a uno de los procesados, sin antecedentes y con el estatuto de apátrida cuando sucedieron los hechos, la autoría de los mismos, por los que interesa la condena mayor.
Y al otro, también sin antecedentes penales y residente en España, le considera cooperador necesario de la violación, y reclama por ello tres años menos de cárcel, las mismas penas que interesa para cada uno la acusación particular, ejercida por la víctima.
Según los escritos de ambas partes, la noche en que ocurrió todo los dos investigados estuvieron en un local de ocio de Torrelavega junto a la mujer, desde la 1.20 horas hasta las cinco de la madrugada, charlando y uno también bailando con ella.
Después que cerró el establecimiento, y de acuerdo con el relato provisional del fiscal, los tres se dirigieron a un garaje de la localidad, con la intención de seguir bebiendo. Una vez dentro, los dos procesados introdujeron a la mujer en el baño «contra su voluntad», agarrándola por los brazos y empujándola.
Y aunque les «suplicó» que la dejaran marchar, la colocaron «de espaldas contra la pared y le bajaron el pantalón y las bragas, procediendo uno de ellos a penetrarla, tanto anal como vaginalmente».
Mientras, el otro implicado permaneció en el interior del aseo, evitando que ella pudiera abandonar el lugar. Una vez acabó la agresión, una tercera persona que también estaba dentro del garaje, abrió la puerta a la víctima para que pudiera salir.
A consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió moretones en los brazos y heridas en la boca, lesiones por las que precisó asistencia sanitaria y tuvo que ser derivada además a la unidad de salud mental. En total, tardó en curarse tres meses, en los que no estuvo impedida para sus funciones habituales.
Junto a las penas privativas de libertad, la Fiscalía también reclama para los dos acusados la prohibición de comunicar o acercarse a la víctima a menos de 500 metros durante diez años y libertad vigilada durante ocho cuando salgan de la cárcel, además de una indemnización de 8.000 euros por los daños físicos y morales causados.
«HACERME LO QUE QUERÁIS, PERO NO ME MATÉIS»
El escrito provisional de la acusación particular coincide a grandes rasgos con los hechos descritos por el ministerio público, aunque detalla que la víctima había llegado a medianoche al local de ocio, donde coincidió con una amiga y los dos procesados.
Así, los cuatro estuvieron conversando, bailando y tomando varias consumiciones en el interior del bar, y cuando cerró todos ellos se fueron al garaje donde tuvo lugar la agresión.
Pasado un rato, la víctima se dio cuenta de que su amiga se había marchado y la había dejado allí sola, por lo que manifestó su deseo de irse a los acusados, que se negaron.
Al insistir, la agarraron fuertemente por los brazos e introdujeron «a la fuerza y contra su voluntad» en el baño. Y la mujer, ante el «pánico» que estaba sintiendo, llegó a manifestar a los agresores: «hacerme lo que queráis, pero no me matéis».
Su abogado remarca que los procesados le bajaron el pantalón y la ropa interior de forma «violenta» para proceder, uno de ellos, a la «brutal agresión», que fue facilitada de forma «decisiva» por el otro, ya que estuvo «en todo momento» presente «intimidando» así a la víctima.
Tras la «terrible acción», la mujer se dirigió a una tercera persona que estaba en el garaje y que la dejó marchar del lugar. Ya en la calle, se fue hacia su casa y se encontró con una vecina a la que contó lo que había sucedido.
Al verla «llorando, nerviosa y totalmente desencajada», la acompañó a su domicilio, donde contó a su pareja y a su hija lo que le había sucedido.
La víctima presentó denuncia cuatro días después de los hechos, que han sido investigados por el Juzgado de Instrucción número dos de Torrelavega y serán enjuiciados por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria.