Sied Muhamed, el joven eritreo sin recursos de 22 años que tuvo un papel clave en la noche del pasado lunes para sacar del río Pisuerga a un varón de 24, ha sido recibido este miércoles por el equipo de Gobierno de Valladolid y ha explicado que cuando decidió tirarse al agua en su cabeza solo había «una cosa: salvarle la vida».
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha encabezado esta recepción, acompañado por varios de los concejales del equipo de Gobierno y por los policías que participaron en el rescate, y ha explicado que «lo mínimo» que puede hacer el Ayuntamiento es ayudar a Muhamed y la manera de hacerlo, ya que su situación en el país es legal al menos hasta 2026, es apoyarle para que encuentre trabajo. Para ello, cuenta ya con el ofrecimiento de alguna empresa vallisoletana.
«Se ha tirado antes de que yo llegara y cuando llegué parecía muerto, vi su chaqueta y he entrado al agua para sacarlo», ha relatado Sied Muhamed, de 22 años, que actualmente se encuentra sin trabajo y sin recursos –suele trabajar en labores agrícolas– y por ello reside en el albergue municipal situado en el paseo del Renacimiento, a pocos metros del lugar donde el joven de 24 años se precipitó al agua del Pisuerga en la noche del pasado lunes.
Al ser preguntado sobre si tuvo miedo de ahogarse, Sied Muhamed, ha explicado en un español lo suficientemente correcto como para explicar esta situación, que no lo pensó. «Yo tenía en mi corazón una cosa, salvar la vida de él, no hay más. Cuando entraba al agua en mi cabeza solo había una cosa, salvarle», ha relatado el joven eritreo.
Como ha explicado Óscar Puente, Sied Muhamed salió con 14 años del país situado en el noreste del continente africano y que vive un conflicto enquistado desde hace medio siglo. Posteriormente cruzó el mediterráneo en una patera que fue rescatada por un barco de Cruz Roja que llevó a los ocupantes del bote a Italia.
Muhamed llegó a España cuando todavía era menor de edad, con 17 años, por lo que el regidor ha subrayado que fue un menor extranjero no acompañado (Mena) y residió en un centro de acogida en Valladolid. Después, al llegar a la mayoría de edad logró un permiso para residencia y trabajo que tiene vigente hasta 2026.
Durante este tiempo, ha realizado tareas agrícolas en el campo y cuando tiene trabajo y recursos se busca una habitación en piso compartido pero cuando se queda sin sustento, como ahora, vive en el albergue municipal. De hecho, él mismo ha explicado que ha estado «un poco de tiempo» en la cárcel, al parecer por un altercado que se produjo en dicha instalación.
Óscar Puente, en su intervención, se ha referido sin mencionar a Vox ni al PP a algunos de los mensajes políticos que se han escuchado en los últimos tiempos, como la propuesta de «inmigración ordenada» que aparece en el acuerdo entre dichos partidos para el Gobierno de la Junta o la referencia del partido de derechas a que solo llegan a España inmigrantes del norte de África «en edad militar».
Así, el alcalde ha recalcado que a Sied Muhamed «le toca todo» y es un joven de 22 años procedente del norte de África «en edad militar» que ha salvado la vida a otro chico «de Valladolid, de Castilla y León».
LOS ASPECTOS «POSITIVOS» DE LA INMIGRACIÓN
Por ello, Puente ha querido poner el acento en los aspectos positivos de la inmigración y la política migratoria y ha subrayado que «no todas las personas que están en esta situación tiene esta oportunidad ni desde luego todas estas personas son delincuentes, sino que son seres humanos que necesitan ayuda y un trabajo, como todos los pobres de este mundo, nazcan donde nazcan».
En este sentido, el alcalde ha incidido en que «lo mínimo» que tenía que hacer el Ayuntamiento era «rendirle tributo» y ayudarle, como ha apuntado que hacen con todas a lo que ha añadido que ese es el «modelo de inmigración ordenada» en la que el equipo de Gobierno de Valladolid cree.
«La política de inmigración en la que se atiende a las personas pobres, que vienen de lugares en los que la esperanza de vida y las condiciones no llegan ni de lejos a lo que tenemos en nuestro país. Piensen por un momento en lo que ha pasado este joven y lo que tiene que ser su país para que haya tenido que hacer todo ésto», ha enfatizado el alcalde socialista.
Dado que Muhamed se encuentra en el país en situación legal, con permiso de trabajo y residencia hasta 2026, el alcalde ha señalado que la forma de ayudarle actualmente puede ser hablar con alguna empresa para facilitarle la búsqueda de empleo.
«Me gusta trabajar, yo quiero ayudar a mi familia y buscar mejores cosas. Venía a este país para hacer las cosas bien y ayudar a mi familia», ha explicado el joven eritreo.
De hecho, como ha informado poco después el alcalde de la ciudad a través de su cuenta de Twitter, la empresa vallisoletana Isolagua, del sector de la energía solar fotovoltaica, ya se ha ofrecido a dar un empleo a este joven norteafricano.
«HA SALVADO TRES VIDAS»
En la recepción también han intervenido dos agentes de Policía Municipal que participaron en el operativo para rescatar al joven ahogado y uno de ellos, ha incidido en que Sied Muhamed «no ha salvado una vida, ha salvado tres», en referencia a lo complicado que era el rescate debido a que el Pisuerga es un río «peligroso» y estaba todo muy oscuro.
El uniformado ha recalcado que para que el joven que se arrojó al río haya podido salvar la vida –se encuentra actualmente ingresado en un centro hospitalario– se dieron un «cúmulo de circunstancias» sin la coincidencia de las cuales posiblemente el desenlace no habría sido tan feliz.
Así, los agentes han explicado que en primer lugar se dio la circunstancia de que dos chicas que se encontraban en la zona observaron cómo el joven de 24 años caía al agua del Pisuerga y esa llamada fue escuchada por Muhamed y un grupo de jóvenes marroquíes que se encontraban con él.
Uno de los agentes de la Policía Municipal y otra compañera regresaban a casa a esa hora por lo que pudieron acudir a la orilla y avisar a agentes de servicio.
Los uniformados han destacado que el papel de Muhamed fue clave para sacar al joven del río, pues cuando llegaron al llegar no podían ver dónde se encontraba el ahogado y no fue hasta que el joven norteafricano le arrastró hacia la orilla cuando pudieron localizarle y ayudar a sacarle del cauce.
En ese punto, los policías realizaron ejercicios de reanimación cardiopulmonar a la víctima que recuperó la respiración poco después, momento en el que como han aseverado los agentes, todos los presentes respiraron.
Como anécdota, los policías han señalado el «poco protagonismo» que buscaba el inmigrante eritreo ya que cuando trataron de darle una manta para que se abrigara ya no se encontraba en el lugar. Sied Muhamed ha explicado que se fue rápido porque estaba mojado y acudió a casa de «un amigo de la calle» en el barrio de La Rondilla para que le diera ropa para cambiarse y, finalmente, durmió esa noche allí.
El feliz desenlace de la historia de este joven e inesperado héroe puede tener pendientes todavía varios capítulos, como saber si Muhamed logra labrarse un futuro en Valladolid y, quizás más cerca en el tiempo, un encuentro entre él y el joven al que salvó la vida. Al veinteañero eritreo sí que le gustaría que se produjese esa reunión.