El exvicepresidente primero del Parlament Josep Costa ha presentado un escrito ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) que pide la nulidad del juicio contra él y otros tres exmiembros de la Mesa por presunta desobediencia (Eusebi Campdepadrós, Adriana Delgado y el entonces presidente Roger Torrent) y anuncia que no irá a declarar.
En el escrito presentado ante la Sala Civil y Penal, Costa alega «falta absoluta de jurisdicción y competencia» del TSJC y pide el sobreseimiento de la causa.
También vuelve a pedir la recusación de la magistrada instructora, Maria Eugènia Alegret, recusación que «ha sido arbitrariamente inadmitida», y lo justifica por presunta falta de imparcialidad.
Costa argumenta que, «de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que permanece inalterada a día de hoy, la mera incoación de un procedimiento contra una persona protegida por la inviolabilidad parlamentaria supone una vulneración de los derechos».
Además, el escrito insiste –textualmente– en el ataque antidemocrático que sufre la institución del Parlament y considera que ni la magistrada instructora ni el tribunal «se han dignado a tomarse seriamente» la jurisprudencia constitucional y del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos presentada.
El exvicepresidente de la Cámara catalana sostiene que la causa supone «la culminación de un método antidemocrático consistente en instrumentalizar el TC para aplicar la censura previa en el debate parlamentario».
En este sentido, alega que por la prerrogativa de la inviolabilidad parlamentaria, no se puede exigir ningún tipo de responsabilidad por la participación en la votación que admitió a trámite unas iniciativas parlamentarias: «El hecho de que el contenido de estas iniciativas pudiera ser inconstitucional (si es que la expresión de ideas lo puede ser en algún momento) no cambia la conclusión», recoge el texto.