El acoso es un fenómeno social multidimensional tanto por la manera en la que se puede manifestar como en los escenarios donde suele ocurrir. Situaciones como el bullying, el acoso sexual, las agresiones verbales en el trabajo, los ataques por género o por raza son algunas de sus expresiones.
Los escenarios son muy diversos, ya que se puede presentar en la escuela, el trabajo, la calle o incluso el hogar. Uno de los espacios que ha contribuido a complicar aún más el panorama es en internet. El ciberacoso es un flagelo que está tomando auge y cobrando muchas víctimas.
Empoderarse frente el acoso
Una de las grandes dificultades en la lucha contra las diversas formas de acoso es la lista negra que existe en torno a estas situaciones. En la gran mayoría de los casos, las víctimas se abstienen de denunciar por temor a represalias o la revictimización. Como ejemplo, está el acoso contra las mujeres en el trabajo.
En abril de 2021, el Ministerio de Igualdad de España publicó un estudio revelador. La investigación estableció que 7 de cada 10 mujeres que sufría acoso sexual en el trabajo no denunciaba. El miedo a ser señaladas, a la vergüenza por el estigma social o a perder el empleo eran las principales razones.
Ante esta realidad el nuevo enfoque con el que se está abordando el problema se basa no en los victimarios, sino en las posibles víctimas. De lo que se trata es de ofrecer herramientas que permitan a las personas prevenir este tipo de comportamientos. En caso de sufrirlo, empoderar a las víctimas para que puedan hacerle frente con apoyo psicológico y autodefensa.
Empowerup ofrece ayuda
Es con base a este nuevo enfoque que ha surgido una empresa como Empowerup, cuya línea de servicios se basa en tres ejes fundamentales. La primera es la intervención social, que se aplica con el acompañamiento y orientación social para fortalecer el desarrollo personal. El segundo aspecto es la autodefensa, que proporciona técnicas de protección fisica ante posibles agresiones por parte de un acosador.
Enrique Clari y José A. Moreno son los impulsores del proyecto Empowerup. Aseguran que esos dos elementos conllevan el tercer fundamento de los servicios que presta su compañía: el empoderamiento. La orientación y la autodefensa incrementan la autoestima y proveen seguridad física y psicológica. Promueve valores como el trabajo en equipo, desarrolla habilidades sociales para ser más asertivos en el diálogo y la negociación.
Clari y Moreno sostienen que el trabajo de Empowerup es ofrecer una asistencia integral a las víctimas o potenciales víctimas de acoso. Es un empoderamiento físico, psicológico y social para afrontar este tipo de situaciones y salir airoso. Se basa en enseñar a identificar las señales y que las personas puedan actuar a tiempo para evitar transgresiones mayores. Todo ello, bajo el fomento de valores como la solidaridad, el respeto y el rechazo a la violencia.