- El restaurante, premiado con una estrella Michelin, dos soles Repsol y el galardón a mejor coctelería de restaurante por FIBAR, incorpora novedades en su carta de cócteles diseñada por el bartender Alberto Fernández.
- Entre las novedades que presenta se encuentra el cóctel Oliva, el Sidecar, el Banana Maní y el Collins, combinaciones en las que entran en juego tradición y modernidad, y en las que se respetan las bases, la estructura y la apariencia.
- Además, para los amantes de la mixología el restaurante cuenta con su Saddle Bar, un espacio de ambiente elegante y sofisticado especialmente diseñado para disfrutar de la carta de cócteles en horario ininterrumpido.
Saddle, el clásico contemporáneo de la restauración madrileña, se ha convertido ya en uno de los enclaves de visita obligada para los amantes de la alta gastronomía en la capital. En su búsqueda de la excelencia y de ofrecer al comensal una experiencia 360º en todos los sentidos, la propuesta gastronómica se complementa a la perfección con la diferencial carta de cocteles del restaurante diseñada por Alberto Fernández, Bar Director de Saddle, en la que se han incorporado novedades.
Entre ellas se encuentra el cóctel Oliva, elaborado con vodka Beluga, destilado de aceituna kalamata y arbequina, vemú seco y bitter de oliva; el Sidecars de Remy Martin VSOP, cointreau, sirope de Jerez y zumo de limón; el Collins, con destilado de acebo, cordial de sidra, perfume de manzana y soda The London Essence; y el Banana Mani, una mezcla de Bonanto, piel de plátano e Italicus, mezcal 400 Conejos, Chartreuse amarillo y zumo de lima. Combinaciones de mezclas ligeras, aromáticas, precisas y con elegantes contrastes.
Cócteles icónicos
Además de estas nuevas creaciones, la carta conserva otros iconos del restaurante como el Dry Martini, elaborado con Sipsmith London Dry Gin, Dolin Dry Vermouth y bitter de naranja o el Spicy Mai Tai, elaborado con rones Diplomático, cointreau, cúrcuma, lima y sirope de almendras y, a demanda, también elaboran cualquier fórmula clásica y otras degustaciones verticales y horizontales con los más de 400 espirituosos que atesora el restaurante, entre los que se encuentran botellas únicas.
Así, la carta, galardonada como mejor coctelería de restaurante en FIBAR 2020, está formada por una combinación de cócteles clásicos y neoclásicos, que siguen la línea y filosofía de Saddle. Así, en su diseño entran en juego tradición y modernidad, dando como resultado creaciones que respetan las bases, la estructura y la apariencia. Para su elaboración se aplican técnicas contemporáneas como las esencias y redestilaciones, maceraciones y alteraciones en siropes trabajados en la propia barra del restaurante. Además, en algunas de sus propuestas también se utilizan ingredientes habitualmente inusuales, como la pimienta blanca o la cebada tostada, dando como resultado una propuesta que bebe de la coctelería tradicional sin renunciar a los códigos y tendencias actuales.
Horario ininterrumpido
Además, para los amantes de la mixología el restaurante cuenta con su Saddle Bar, un espacio de ambiente elegante y sofisticado especialmente diseñado para disfrutar de la carta de cócteles en horario ininterrumpido. Una zona perfectamente ambientada con sofás y mesas bajas que invitan a disfrutar de la propuesta líquida del restaurante y a sumergirse en una buena conversación.
Junto a estas novedades, están muy presentes la propuesta gastronómica, a cargo del chef Adolfo Santos, que gira en torno a la calidad y a la tradición, el servicio de sala, liderado por Stefano Buscema, que envuelve al comensal en cada visita en una ceremonia única y que ha convertido la sala de Saddle en una de las más reconocidas de España, y su bodega, que dispone de más de 1.400 referencias seleccionadas por el sumiller Israel Ramírez, basada en una búsqueda incesante de la mejor calidad, el respeto por el entorno y el arraigo por la tradición.
Tradición, elegancia y temporalidad
Fiel a la filosofía y los valores de Saddle, el chef Adolfo Santos vuelve a construir su propuesta sobre tres pilares fundamentales: tradición, elegancia y temporalidad. De este modo, el mejor producto de la nueva temporada se convierte en el absoluto protagonista de una carta de raíces clásicas contemporáneas que incorpora elaboraciones de altura como los guisantes de costa con butifarra de rabito ibérico, espardeñas y trufa negra; las angulas con yema curada y bilbaína emulsionada; las lentejas con guiso de setas y foie; la dorada salvaje con bullabesa, mejillones y azafrán; el rodaballo con toques cítricos y salsa bearnesa; el solomillo Rossini, turnedo, brioche, foie y trufa negra; el pato azulón Sauternes, manzana y späetzle; o el foie a la Poêle con salsa de escabeche, salteado de berza y garbanzos al Pedro Ximénez.
En palabras del propio Adolfo Santos, “siempre es emocionante e ilusionante presentar una nueva carta y mostrar por fin a nuestros clientes el trabajo de meses buscando el mejor producto para cada estación y creando platos que sigan sorprendiéndoles. Este cambio de carta además es especial por ser el primero que llevamos a cabo tras recibir nuestra primera estrella Michelin”. Con una propuesta inspirada en las raíces clásicas y contemporáneas, este cambio de carta es una muestra más del compromiso que el restaurante asumía desde su apertura: poner sus fogones al servicio de la temporalidad. Así, su carta está en constante evolución, cambiando casi por completo con la llegada de cada estación para incorporar el producto más exclusivo en cada temporada.