Trabajadores del mundo de la cultura y el espectáculo se han concentrado este domingo en Madrid para reclamar una legislación que regule las condiciones laborales especiales del teatro, debido a la intermitencia del sector.
«Las personas que trabajamos en cultura y el mundo del espectáculo estamos indefensas, necesitamos la profesionalización del sector para seguir avanzando. Queremos que las ayudas europeas reviertan en los empleados y en sus condiciones, no solo en las empresas», han señalado los manifestantes durante la lectura del manifiesto.
La concentración, celebrada con motivo de la celebración este domingo, 27 de marzo, del Día Mundial del Teatro, ha reclamado la implantación de los certificados profesionales como herramienta de cualificación de los méritos profesionales de los trabajadores del sector. «Que no vuelvan a meternos nunca en sacos inadecuados», han sentenciado.
Los trabajadores de la cultura han exigido una «verdadera estabilidad y seguridad jurídica» en la contratación laboral y han rechazado la figura de falsos autónomos: «La temporalidad y la intermitencia no deben implicar precariedad».
Así lo ha asegurado uno de los miembros de la Coordinadora de Representantes de Trabajadores de Teatros de Madrid, que ha reclamado una legislación y fiscalización que en la actualidad «no existe». «Reivindicamos que exista una legislación que organice y contemple las condiciones laborales de los profesionales y una fiscalización que contemple la intermitencia es este empleo», ha comentado.
Al respecto, ha añadido que la ausencia de reconocimiento de la frecuente concatenación de empleos supone para dichos profesionales un problema a la hora de acceder a la jubilación o a la ayuda por desempleo.
En relación con la educación, el portavoz ha lamentado que recientemente se haya aprobado unos títulos, cuyos temario «no tiene nada que ver con las funciones propias del teatro», por ejemplo, en el caso de los maquinistas (los profesionales que montan los telones y escenografías) se les requiere un título fallero «y no tiene nada que ver con una persona que cuelga toneladas encima de actores y si no sabes puede provocar graves accidentes o incluso muertes».
En el caso de los falsos autónomos, ha criticado que esta figura se utilice como consecuencia de la inestabilidad y la intermitencia, unido a la falta de regulación. «Todo esto provoca que muchos empresarios tiendan a usar esta figura, cuando la realidad es que o eres autónomo o no lo eres pero ellos quieren gente que facture porque así es más cómodo que estar dando de alta y de baja a los profesionales», ha sentenciado.