Un total de 63 asociaciones y colectivos sanitarios han participado este domingo en Zaragoza en la manifestación convocada a nivel nacional por la Plataforma en Defensa de la Atención Primaria, para reprobar el momento «crítico» que atraviesa la Atención Primaria en Aragón y España.
Los manifestantes han hecho un recorrido, con pancartas, batucada y gritos como ‘Atención Primaria es prioritaria’ o ‘Gobierne quien gobierne, la Primaria se defiende’, desde la plaza de España hasta la plaza de Basilio Paraíso de la capital aragonesa.
En declaraciones a los medios de comunicación, la secretaria general de la Federación de Sanidad de CCOO Aragón, Delia Lizana, ha subrayado que la entrada al Sistema Público de Salud está «colapsada» y «debilitada». «Los sucesivos recortes que se han ido produciendo así lo han constatado y el remate final ha sido la pandemia», ha apuntado.
La representante de Comisiones Obreras ha instado a que el Gobierno de Aragón apueste por un nuevo modelo de Atención Primaria, en el que, al menos, se destine el 25 por ciento del presupuesto sanitario a la Atención Primaria. «Solo así conseguiremos una Atención Primaria de calidad para nuestra comunidad autónoma», ha defendido Lizana.
Sobre el borrador del plan de reforma de la Atención Primaria, presentado esta semana por el Ejecutivo autonómico, Lizana ha dicho que es un documento «de meras intenciones», que no incluye un anexo con dotaciones económica presupuestaria.
Además, ha afeado que el Gobierno aragonés cuente con la participación de los agentes sociales como «meros convidados de piedra» para hacer aportaciones a dicho documento. «Nosotros representamos legítimamente a los trabajadores y trabajadoras de Atención Primaria, no se nos puede dejar como meros invitados o convocarnos con 40 asociaciones más a hacer aportaciones», ha sentenciado.
TELEMEDICINA
Desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Aragón, Isabel Monserrat, ha comentado que se manifestan porque «están intentado acabar con la Atención Primaria o dejarla como algo residual». Ha dejado claro que la telemedicina solo ha de servir para tratar cuestiones «puntuales» y que no debe sustituir las visitas presenciales de los pacientes con los médicos. Asimismo, ha defendido una atención igualitaria en el medio rural. Ha avanzado que continuarán con las movilizaciones.
PRIVATIZACIÓN
Ana Lacalle, de la Coordinadora Estatal por la Defensa del Sistema Público de Pensiones (COESPE), ha mostrado su apoyo a «todo lo público» porque es lo que permite «la igualdad y que el reparto de los impuestos sea igual para todos».
«Estamos en contra de la privatización de la sanidad, de las pensiones, de la educación y las residencias», ha recalcado, para continuar que «hay que inyectar dinero a la sanidad pública, pero que no sea para contratar los servicios de la privada, sino para mejorar la sanidad pública».
AGRESIÓN SANITARIOS
A la movilización han acudido una docena de médicos y enfermeros del Centro de Salud de Univérsitas de Zaragoza, donde este viernes un hombre, que acompañaba a su hijo a hacerse unos análisis de sangre, hirió a tres sanitarios por, al parecer, no dejarle pasar a la sala con el menor en el momento de la extracción. El hombre fue detenido por agentes de Policía Nacional y, tras pasar a disposición judicial, ha quedado en libertad con cargos.
Pilar Astier, médica de familia de dicho centro de salud, ha declarado que este episodio «traduce un poco la situación social de tensión y agresividad» provocada por la pandemia y las condiciones de los centros «con gran volumen» de pacientes.
«El hombre no atacó a nadie en concreto, pero al tratar de reducirle todos, porque rompió una mesa y tiró muestras de sangre, es cuando se producen las lesiones. Él se trata de defender y al reducirle, una compañera tiene un esguince de tobillo, otra uno de muñeca y a un enfermero le muerde en la pierna varias veces. Le pusimos un poco de medicación en la nariz y el paciente se fue tranquilizando hasta que llegó la Policía», ha relatado.
Los trabajadores de este centro de salud «estábamos todos muy chocados», ha continuado Astier, pero «el botón del centro funcionó perfectamente y acudimos todos los profesionales a ayudar a quienes intentaban reducirle».
Se trata del tercer episodio de este tipo, los dos anteriores se produjeron en 2018 y 2019, ha recordado, sin embargo «la población en conjunto no es violenta». «Atendemos a muchísimos pacientes; somos 18 médicos de familia que atendemos a casi 50 pacientes diarios cada uno», ha esgrimido.
En las próximas semanas, «vamos a analizar este caso en profundidad, las causas que lo motivaron y ver cómo lo podemos gestionar mejor la próxima vez para evitar estas situaciones», sabiendo manejar psicológicamente al paciente, planteando la presencia de un profesional de seguridad, ha concluido.