El presidente de Vox, Santiago Abascal, tendrá oportunidad este viernes de rendir cuentas ante sus militantes de la actividad del partido durante el último año, en pleno clima de protestas contra el Gobierno y con la entrada en el Ejecutivo de Castilla y León como último logro, según han adelantado fuentes de la formación.
Vox celebra su Asamblea General Ordinaria este viernes 1 de abril, coincidiendo con el primer día del Congreso Extraordinario convocado por el PP en Sevilla para dar inicio a una ‘nueva etapa’ con el gallego Alberto Núñez Feijóo como presidente nacional del partido.
La Asamblea de Vox se prevé más tranquila, ya que no incluye en el orden del día la renovación del presidente ni los órganos de dirección. Abascal fue reelegido para mantenerse al frente del partido en marzo de 2020 por un periodo de cuatro años, así que no tendrá que someterse de nuevo al escrutinio de sus militantes hasta 2024.
Únicamente se prevé la realización de algunos relevos en el Comité de Garantías por cambios de cometidos de sus miembros y también se someterán a votación las cuentas del año 2021, que desglosan los ingresos y gastos que tuvo la formación durante todo el ejercicio.
El momento más importante será la presentación por parte de Abascal del informe de Presidencia, donde previsiblemente aprovechará para hacer balance de la situación política. En la agenda están las movilizaciones sociales a las que Vox se ha sumado en la calle en las últimas semanas, tanto en el paro de transportistas como las movilizaciones de agricultores y otros colectivos.
La formación ya ha dejado claro su apoyo a todas estas reivindicaciones contra el Gobierno de Pedro Sánchez y ha anunciado que seguirá sumándose a ellas e incluso convocando movilizaciones hasta que el Ejecutivo tome medidas para bajar los precios de la energía y ayudar a los sectores afectados.
En cualquier caso, no oculta que su objetivo es lograr la dimisión del Gobierno para la convocatoria de elecciones generales, para las que se prepara con buenas expectativas en las encuestas y consciente de la necesidad de un pacto con el Partido Popular.
NUEVA ETAPA CON EL PP
Para ello, la llegada de Feijóo a Génova ha mejorado el clima, ya que la relación con Pablo Casado estaba rota y desde Vox agradecen al aún presidente de la Xunta sus primeros mensajes hacia ellos como próximo líder del PP, marcando las diferencias pero «sin demonizar», como apuntó esta semana el propio Abascal.
El primer paso de esta etapa fue el acuerdo alcanzado en Castilla y León para la formación de un Gobierno de coalición, presidido por el ‘popular’ Alfonso Fernández Mañueco y en el que Vox ostentará la Vicepresidencia y tres consejerías.
Abascal ya dijo que ve esta experiencia como «un piso piloto» para una futura reedición de los pactos con el PP en otras instituciones, desde comunidades como Andalucía hasta el Palacio de la Moncloa cuando se celebren elecciones.