Probablemente estás pensando que lo que puede arruinar un matrimonio nada más casarte es una infidelidad. De hecho, la traición conyugal, incluso cuando se acaba de producir la unión, es la causa de separación más directa. Pero lo cierto es que existe una razón más subliminal que esta y mucho menos obvia que es la causante de la ruptura de los matrimonios.
6La tendencia ha cambiado
Hace relativamente poco, no era habitual tener un hijo sin estar casados y las parejas que optaban por contraer matrimonio por un embarazo no planeado, contaban con un 60% más de posibilidades de terminar en divorcio en relación a quienes se casaban y después eran padres. Pero la verdad, es que hoy en día esto ha cambiado y son más las parejas que deciden convertirse en padres antes de casarse. Incluso, toman la decisión de no firmar ningún papel tras la llegada del hijo.
Hace aproximadamente 25 años, los antecedentes familiares, la educación o la raza, tenían demasiado peso a la hora de tomar este tipo de decisiones, existiendo una relación muy clara entre todos estos factores y la decisión de tomar los votos antes de convertirse en padres. Así, se ha podido llegar a la conclusión de que las parejas que tuvieron un hijo antes de casarse entre el año 1985 y el año 1995 se divorciaron un 60% más que aquellas que se habían casado antes de ser padres.
Pero, los datos que se han analizado entre el año 1997 y el año 2010, muestran un asombroso cambio en esta tendencia. Así se demuestra, que aquellas parejas que optaron por casarse una vez ya habían sido padres, no corrieron un riesgo mayor de divorcio como sucedía años atrás, independientemente de si ya vivían junto o no antes de tener un bebé.