El bacalao es todo un emblema de la Semana Santa; y cómo no serlo, si precisamente el disfrute de este pescado se popularizó en la época de las limitaciones del consumo de carne debido a estas celebraciones religiosas.
Si hablamos de gastronomía portuguesa, el bacalao es todo un ícono de la misma y esta receta es tan solo una prueba de cómo se puede lograr un plato rico con unos ingredientes sencillos y nobles. Una combinación de sabores potentes presentados de una manera delicada que huele a casa y a comida familiar por donde se le mire.
2Símbolo de Portugal y amado en toda Europa
Aunque en España, el consumo de bacalao es todo un emblema de la tradición religiosa; en Portugal es un verdadero ícono de su gastronomía. Según los amantes de este pescado, en el país luso se cuenta con más de 1000 formas de prepararlo.
Si bien, los vikingos fueron pioneros en el consumo del bacalao en las zonas de Islandia y Noruega Hacia el siglo IX, lo cierto es que los portugueses comenzaron a disfrutarlo y a llevarlo hacia Portugal, procedente de Terranova, la actual Canadá, en el siglo XIV.
Es hacia finales del siglo XIV y principios del siglo XV, cuando Portugal se vio inundada de productos alimenticios de las nuevas tierras descubiertas; y entre ellas, figuraba el bacalao. Gracias a su gran producción de sal, Portugal llegó a importantes acuerdos con Inglaterra y el intercambio comercial haría del bacalao el regalo del mar que se disfruta en la actualidad.