El bacalao es todo un emblema de la Semana Santa; y cómo no serlo, si precisamente el disfrute de este pescado se popularizó en la época de las limitaciones del consumo de carne debido a estas celebraciones religiosas.
Si hablamos de gastronomía portuguesa, el bacalao es todo un ícono de la misma y esta receta es tan solo una prueba de cómo se puede lograr un plato rico con unos ingredientes sencillos y nobles. Una combinación de sabores potentes presentados de una manera delicada que huele a casa y a comida familiar por donde se le mire.
1El consumo tradicional del bacalao en Semana Santa
Durante años, las celebraciones religiosas de la Cuaresma y la Semana Santa, han tenido carácter restrictivo en lo que a los placeres gastronómicos se refiere; y el ayuno y la penitencia, han marcado los días de las mismas.
El Carnaval precede a la época en la que se elimina la carne y es por ello que hasta después de finalizada esta festividad, la penitencia y sumisión era bien vista por la iglesia.
Las comidas a base de pescados en salazón, verduras y legumbres, fueron las que marcaron tendencia para los días en que estaba prohibido el consumo de la proteína cárnica tradicional y el bacalao apareció como uno de los más versátiles y sabrosos.