El Grupo de Investigación de Delitos Tecnológicos de la Comisaría Provincial de Soria ha logrado identificar a un varón cuya identidad responde a las iniciales S.M, de 31 años y nacionalidad nigeriana, que logró que una vecina le transfiriera 46.432 euros mediante el denominado ‘falso novio virtual’, según han informado desde la Subdelegación del Gobierno.
Las transferencias se realizaron entre agosto de 2020 y noviembre de 2021 cuando el investigado se hizo pasar por un militar estadounidense y le requería el dinero para cobrar una presunta herencia y para trasladarse a vivir a España.
La investigación llevada a cabo por este Grupo de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Soria, especializado en la comisión de delitos cometidos a través de nuevas tecnologías, ha durado más de tres meses y ha adquirido ámbito internacional, por lo que se ha necesitado de la colaboración de la autoridad judicial y de diversas entidades financieras para su esclarecimiento y resolución.
‘FALSO NOVIO VIRTUAL’
Este tipo de estafa, denominada del ‘falso novio virtual’, consiste en que el delincuente, aprovechándose de la situación de vulnerabilidad psicológica que suele presentar la víctima, le hace creer que su verdadera identidad es la de un militar, marino, empresario o filántropo extranjero.
Tras un primer contacto a través de alguna red social o de contacto para buscar pareja, finge un interés amoroso o sexual en la perjudicada, el cual suele desembocar en una relación de tipo virtual.
Una vez que se establece un vínculo entre ambos y la víctima muestra cierta confianza hacia su interlocutor, éste empieza a solicitarle dinero, alegando que no puede disponer de su propio patrimonio ya que se encuentra en otro país, que es para causas benéficas o para poder dar salida a una herencia millonaria de la cual es receptor.
El engaño, una vez que logra estas primeras disposiciones de dinero, suele continuar haciéndole creer a la víctima que va a venir a vivir a España con ella, para lo que continúa reclamándole dinero.
En este sentido, el dinero lo solicita con la supuesta finalidad de pagar billetes de avión, enviar equipajes u objetos de valor que, según el delincuente, quedan retenidos en la aduana si no se pagan los importes que determinan las autoridades extranjeras, introduciendo así urgencia a la petición.
En muchas ocasiones estos requerimientos son constantes e incluso amenazadores, quedando las víctimas en una situación aún mayor de debilidad psicológica, por lo que la constatación de que están sufriendo una estafa puede ser cuestión de meses o proceder de algún miembro de su entorno que se da cuenta del perjuicio económico que se les está causando.