La crema de calabacín resulta perfecta como entrante e incluso como único plato acompañado con unos picatostes en una tarde lluviosa. Cremosa, colorida, aromática y deliciosa, con su receta clásica siempre quedarás bien parado ante tus invitados. Esta es una de esas cremas que tienen que formar parte de tu menú personal; te garantizo que levantarás suspiros en cada probada.
4Comienza preparando un sencillo sofrito
Para comenzar con la preparación de esta deliciosa crema de calabacín, pela la cebolla y pícala en juliana fina. Una vez que la tengas lista, procede a pelar un diente de ajo y reserva ambos ingredientes.
En una olla, vierte un poco de aceite de oliva virgen extra y llévala al fuego. Una vez que esté caliente el aceite, pon a rehogar la cebolla y el diente de ajo pelado. Deja que ambos ingredientes se pochen, pero a fuego muy suave para que no se frían, sino solamente lograr que tomen un aspecto traslúcido.