‘Cadejo blanco’ retrata la violencia y el modo de vida de las clicas guatemaltecas

El director estadounidense Justin Lerner ha presentado este miércoles su último largometraje ‘Cadejo blanco’, dentro de la programación del Festival de Cine de Málaga, que continúa celebrando hasta el próximo domingo su vigésimo quinta edición. La cinta, una coproducción entre Estados Unidos, México y Guatemala, narra el modo de vida de las bandas criminales de Puerto Barrios, en Guatemala.

Una noche después de una fiesta, la hermana de Sarita desaparece. Convencida de que Andrés, el peligroso exnovio de su hermana, tiene algo que ver, Sarita se convierte en su amiga y se infiltra en su pandilla. Con una determinación inquebrantable por descubrir la verdad, Sarita se involucra cada vez más con Andrés y el mundo implacable de su pandilla.

Justin Lerner ha participado en una rueda de prensa junto a la actriz protagonista, Karen Martínez y el productor Pedro H. Murcia. En el acto, el cineasta norteamericano ha explicado que ‘Cadejo blanco’ es el resultado de un trabajo con un elenco no profesional que ha vivido de primera mano la criminalidad y la violencia de las calles de Puerto Barrios.

Lerner ha contado que construyeron el guion después de tres años de investigación y entrevistas en la ciudad de Puerto Barrios. «Escribimos un texto basado en historias reales que nos contaron los propios barrioporteños. Un tiempo más tarde volvimos con el argumento de la película para que nos ayudaran». El director ha añadido que hicieron el proceso de casting en las calles de la ciudad y ha asegurado que algunas personas se representan a ellas mismas en la cinta.

En ese aspecto, el productor Pedro Murcia ha remarcado la peculiaridad cultural de Puerto Barrios, que se diferencia de otras ciudades de Guatemala. «Hicimos el casting en las zonas donde vivían estas personas, para que pudieran interpretar a sus personajes de la manera más real».

Con respecto al trabajo y preparación de los personajes, Karen Martínez, que sí es actriz profesional, ha contado que el objetivo era crear esas relaciones humanas que se perciben en la película y contar el modo de vida de las clicas, las pandillas de Puerto Barrios. «Queríamos que nos compartieran como se sentían y para ello teníamos que hacer que se sintieran cómodos en el rodaje», ha asegurado.

Por su parte, el director Justin Lerner ha añadido que les dejó mucho espacio a los actores y ha reconocido que el guion no contiene ninguna palabra suya para los diálogos: «De las palabras que ellos usaban yo escogí mis preferidas, fue un proceso muy largo, pero mereció la pena porque ahora en la película aparecen sus propios diálogos. Yo no quería imponer las palabras que tenían que decir, mi trabajo es filmar su realidad dentro de un argumento», ha manifestado el cineasta estadounidense.

Lerner también ha insistido en la autenticidad de la película y ha asegurado que incluyeron en el guion muchos elementos que le contaron durante el casting: «Evidentemente hay diferencias entre algunos actores y los personajes, pero en otros no hay nada. Eso nos ayudó con la autenticidad».

Por otro lado, la película también colabora con una ONG para ayudar al elenco que participó en el rodaje a poder trabajar en el cine. «La película tiene dos objetivos: enseñar al mundo la vida de allí y también dar oportunidades y buscar maneras de salir de esa forma de vida tan precaria», ha concluido Lerner