Los principales socios parlamentarios del Gobierno han censurado este martes el «volantazo» que ha dado en torno a su posición sobre el Sáhara Occidental y que lo haya hecho de forma «unilateral», «sin contar con nadie», y han avisado a su presidente, Pedro Sánchez, de que o cuida al bloque de la investidura, o se acabará quedando solo.
Así lo han puesto de manifiesto en rueda de prensa en el Congreso Esquerra Republicana (ERC), Bildu, Más País y Compromís, algunos de los firmantes de la solicitud de comparecencia de Sánchez en el Pleno para que dé cuenta del giro de 180 grados que ha dado con su decisión de la autonomía del Sáhara Occidental.
Esas explicaciones tendrán lugar previsiblemente la próxima semana, cuando Sánchez detalle al Congreso los resultados del Consejo Europeo previsto para este jueves y viernes, centrado en los efectos económicos de la guerra en Ucrania.
El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, piensa que es fundamental que Sánchez explique «a cambio de qué» ha abandonado no sólo sus principios sino también al pueblo saharaui pero no cree, no obstante, que sea el contencioso sobre el Sáhara «el momento más critico» de la coalición del Gobierno o de la legislatura, sino la negociación de la reciente reforma laboral.
LA POSICIÓN DEL SÁHARA, «UNA MÁS»
«La posición sobre el Sáhara es una más», ha acotado Rufián, subrayando, a renglón seguido, que el apoyo de su partido al Gobierno se verá «semana a semana», como hasta ahora, y dejando claro que Esqueerra no es responsable de las decisiones del PSOE sino de «algunas rectificaciones» que ha adoptado.
Desde Bildu, Mertxe Aizpurua ha censurado que Sánchez haya cambiado «drásticamente» la posición española sobre el Sáhara Occidental «sin contar con nadie», ni tan siquiera con el bloque progresista que le sostiene, una decisión que no sólo debe explicar al Congreso «con luz y taquígrafos», sino con la que, a su juicio, «se aleja» de sus socios parlamentarios.
En este sentido, Aizpurua ha pedido al presidente que «rectifique» su «insólito e incomprensible» apoyo a Marruecos, que no rehuya su responsabilidad histórica para con el Sáhara Occidental y que regrese a las resoluciones de la ONU en pro de una solución «viable y duradera» que debe concluir, según Bildu, con el legítimo derecho de la libre autodeterminación del Sáhara.
De su lado, el líder de Más País, Íñigo Errejón, ha tachado de «inmenso error» el cambio de postura de Sánchez sobre el Sáhara no sólo en el fondo sino en las formas. «Las políticas de Estado no se cambian dando un volantazo sin informar a nadie», ha denunciado.
LA LEGISLATURA SE LE PUEDE IR A DE LAS MANOS
Y este último episodio, unido a la gestión de la guerra en Ucrania y las consecuencias de sus efectos económicos, han llevado a Errejón a advertir al Gobierno de «la legislatura se le va a ir de las manos» si no reacciona ya con «firmeza» ante el momento «crítico» que atraviesa.
En la misma línea, el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, ha admitido no gustarle la deriva que está tomando el Gobierno en los últimos tiempos, especialmente a raíz de su giro sobre el Sáhara, y le ha avisado de que se quedará «muy solo» en el futuro si sigue adoptando decisiones de este tipo sin tener en cuenta a la mayoría con la que continúa en Moncloa, al que considera que debería «cuidar».
Y hacerlo sobre todo teniendo en cuenta que el Ejecutivo se encuentra, en su opinión, en «el momento más crítico» con varios frentes abiertos. No obstante, no ha querido pronunciarse sobre si Unidas Podemos debería o no seguir coaligado al PSOE en el Gobierno.
Sobre el Sáhara y los apoyos del Ejecutivo también han hablado Junts y el PDeCAT. Ambos partidos entienden que Sánchez debe explicar las «contrapartidas» que ha sacado de su giro respecto al Sáhara y el «cúmulo de despropósitos» que existe en torno a este conflicto.
Sin embargo, mientras que Miriam Nogueras (Junts) duda de si los últimos posicionamientos del Gobierno están alejándole de sus socios en el Congreso o bien éste es el PSOE de «siempre, el del 155», Ferrán Bel (PDeCAT) espera que no porque, a su juicio, «un Gobierno débil» en estos momentos generaría más problemas.