El expresidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha asegurado este lunes, a la espera en mayo del pronunciamiento del Tribunal Supremo tras su recurso por la sentencia condenatoria de la Audiencia Provincial de Sevilla en el caso ERE, que «no creo en mi inocencia, sé de inocencia, espero que el Tribunal Supremo haga justicia, por eso hemos recurrido» y considerar que si «ocurriera» la confirmación de la sentencia procedería a «acatar la sentencia y mi vida habría terminado».
En una entrevista en Onda Cero tras la publicación de su libro ‘Cuando ya nada se espera’, ha proseguido explicando tras esa frase lapidaria que «voy a cumplir 76 años, con esa edad qué queda» para sostener entonces que «las expectativas son ordenar las cosas y dar cariño a los que te lo dan».
«Ese futuro lo veo ganando esa sentencia», ha proclamado igualmente el expresidente de la Junta de Andalucía, quien fue condenado a seis años y dos días de prisión e inhabilitación de 15 años y dos días por la Audiencia de Sevilla en noviembre de 2019 dentro de la llamada pieza política del caso ERE.
Griñán ha rehusado abundar en su reflexión sobre el caso ERE para explicar que «la argumentación está minuciosamente recogida, detallada y prefiero no pronunciarme, con el recurso haría mal si me pronunciara», aunque sí ha precisado que «de esas ayudas de prejubilación a 6.000 trabajadores a nadie se le ha reclamado que las devuelvan, aunque hubo intrusos que no se debieron producir».
Tras ser cuestionado por el hecho de que los ERE figuran a partir de la página 530 de su libro, de un total de 550, y de si en su momento fueron empujados a abandonar el PSOE, Griñán ha explicado que «no en mi caso, no», para apuntar entonces que «dimití como presidente de la Junta de Andalucía cuando todavía no había ni siquiera un auto, de senador, me fui del partido para no hacer daño», y proclamar entonces que «me siento socialista, creo profundamente en la socialdemocracia».
«FELIPE GONZÁLEZ Y ALFONSO GUERRA HAN ESTADO INCONDICIONALMENTE»
«No quería hacer daño», ha indicado el expresidente de la Junta de Andalucía, quien ha trasladado que «Felipe González, Alfonso Guerra me han estado apoyando incondicionalmente, dandome cariño».
Preguntado si el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, se ha interesado en alguna ocasión por él, si le ha llamado, Griñán ha respondido que «sí, hemos cruzado algún mensaje» y detallar que en algún encuentro «ha sido cordial, atento, nada que puede considerar que tuviera resistencia a saludarme» y considerar seguidamente que «los dirigentes no se han portado nada mal» con el remache de que «las llamadas de Alfonso Guerra y Felipe González han sido una constante».
«No hacer daño a los demás», ha reiterado el expresidente del Gobierno andaluz y del PSOE sobre su intención al renunciar a su militancia socialista para apuntar que «el libro lo cierro en 2013», en su retrato de un periodo de España que ha situado entre 1945 y 2013.
En el caso de que fuera absuelto por el Tribunal Supremo, preguntado si recuperaría la militancia en el PSOE, ha explicado que «ni lo he pensado, no lo creo» para explicar a continuación su percepción de la militancia, de la que ha trasladado que «es un compromiso activo y no estoy para mucha actividad», antes de trasladar que su contribución se encamina a que «puedo estudiar, analizar, dar consejos, hay dirigentes que me preguntan», por lo que ha desechado el retorno a la militancia como un ejercicio intenso y activo porque «para ese tiempo el mío ha pasado».
Cuestionado si considera al actual presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, un buen presidente, Griñán ha afirmado que «no tengo base suficiente» para afirmar «si es bueno o mal presidente», después de argumentar que Moreno ha sido «cariñoso» en algún momento con él, así como ha considerado que «la politica andaluza no la conozco en profundidad, no emito juicio».
En una referencia a la actualidad, como es el pronunciamiento favorable de España al plan de autonomía del Reino de Marruecos para el Sáhara, Griñán ha sostenido que «aquello que dije lo repito ahora», en referencia a su calificación de «plan interesante» de una propuesta del entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero sobre la autonomía para el Sáhara, para considerar que «en el mundo de las relaciones internacionales no se tienen amigos, se mueven por intereses».
Tras apostar por tener «las relaciones de vecindad siempre engrasadas, con Francia, Portugal, y Marruecos» al argumentar que «no vivimos en una isla», se ha reafirmado para apuntar que «todos los esfuerzos por engrasar son bienvenidos, es una parte fundamental de la política, conviene tener buenas relaciones con Marruecos, Francia y Portugal».