SEO/BirdLife y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) han realizado un llamamiento a los gobiernos locales para que tengan en cuenta que la conservación del gorrión y de la biodiversidad urbana contribuyen a mantener unas ciudades saludables, sostenibles y resilientes.
Este llamamiento coincide con la conmemoración del Día Mundial del Gorrión, que se celebra este domingo. La ONG señala que, gracias a los datos recogidos en su programa de seguimiento de aves comunes (Sacre), las poblaciones de gorrión común han descendido en los últimos 25 años en España de forma paralela a la población europea, aunque se observa cierta recuperación en los tres últimos años.
Este pasado viernes, SEO/BirdLife entregó a la FEMP las 78.000 firmas que se han obtenido en la campaña en la que se pide la protección del gorrión. Por ello, ambas organizaciones han reivindicado la importancia de la biodiversidad para avanzar hacia una ciudades más sostenibles, resilientes y que ofrezcan una mayor calidad de vida.
«Ningún ave silvestre pasa tanto tiempo a nuestro lado como el gorrión común. Siempre están ahí, en los tejados de nuestras casas, en patios, aceras, calles y jardines. Esta especie ha evolucionado junto al ser humano y su situación es indicador de la calidad ambiental y de la calidad de vida. Lo que es bueno para el gorrión, es bueno para las personas», ha afirmado la responsable de Biodiversidad Urbana de SEO/BirdLife, Beatriz Sánchez.
La población de los gorriones, según los expertos, sufre continuos altibajos, propios de la dinámica de las poblaciones de pequeñas aves, casi siempre son más acusados los declives que los aumentos y la población en España ha descendido casi un tres por ciento de 1998 a 2021.
El declive, tal y como indica la ONG, es más acusado en los núcleos urbanos que en el medio rural y diversos estudios científicos han detectado que el estado físico de las poblaciones de grandes ciudades es peor que el de las que se encuentran en la periferia. «Aunque todavía no se conocen con exactitud las amenazas que más les afectan, la falta de alimento de calidad, derivado de la falta de zonas verdes y vegetación autóctona, la escasez de lugares adecuados para nidificar, la contaminación atmosférica o el ruido son algunos de los factores que estarían detrás del declive de la especie», ha agregado Sánchez.
Ambas organizaciones han destacado algunas recomendaciones para lograr una mejor calidad de vida, como aprovechar los alcorques de los árboles para dejar que crezcan hierbas, plantar en estos espacios especies silvestres, limitar los desbroces en las zonas verdes, racionalizar las podas del arbolado urbano y evitar estos trabajos en la época de cría de las aves.
Así pues, apunta a que con estas medidas se aumentaría significativamente la disponibilidad de fuentes de alimentación saludable y de refugio para el gorrión y el resto de fauna. «La actual crisis de pérdida de biodiversidad exige un nuevo enfoque en la conservación de la naturaleza. Naturalizar las ciudades debe ser una prioridad de todos los gobiernos locales que, además, contribuye a generar calidad de vida y bienestar a los ciudadanos», ha explicado la directora ejecutiva de SEO/BirdLife, Asunción Ruiz.