La Audiencia Nacional juzga este jueves a partir de las 10.00 horas al exdirigente de ETA Juan Carlos Iglesias Chouzas, alias ‘Gadafi’, por el asesinato en un barrio de Bilbao de un agente de la Guardia Civil que murió después de recibir cinco disparos por la espalda.
En su escrito de conclusiones provisionales, la Fiscalía solicita 40 años de cárcel por un delito de asesinato terrorista y uno de utilización ilegítima de vehículo a motor y robo con toma de rehenes.
Todo ello por hechos que se remontan a la mañana del 31 de enero de 1991, cuando Gadafi y el ya fallecido Juan María Ormazábal, alias ‘Turco’, tomaron un taxi en la parada situada en el Teatro Arriaga de Bilbao. Una vez dentro, ordenaron al conductor que les trasladase hasta el Calero, cerca de Basauri.
Tras comenzar el trayecto, uno de los dos le mostró una pistola y aseguró que eran miembros de ETA. Fue en ese momento cuando le obligaron a detener el coche y le dijeron que entrase en el maletero, haciéndose con el control del vehículo y continuando hasta el barrio Ocharcoaga.
DEJÓ MUJER Y DOS HIJOS
Allí, entre los bloques 71 y 72, se encontraba el exmiembro del Instituto Armado Francisco Díaz de Cerio, a quien ejecutaron por la espalda. Los cinco disparos que le propinaron le causaron la muerte, recoge el escrito, por la rotura traumática del corazón, dejando a su mujer viuda y a dos hijos sin su padre.
Una vez ejecutado el atentado, los dos terroristas «huyeron del lugar» en el taxi hasta el Camino de Ibarguri donde abandonaron el vehículo, dejando al propietario del coche encerrado en el interior del maletero.
Ese ataque fue reivindicado dos semanas más tarde por la organización terrorista en dos comunicados: el 16 de febrero se publicó en el EGIN y, un día después, en el DEIA. La acción se enmarcaba en la campaña que la banda seguía contra personas vinculadas a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
UN AMPLIO HISTORIAL DE CONDENAS
Gadafi cuenta ya en su haber con varias sentencias condenatorias de la Audiencia Nacional por hechos similares. En concreto, el tribunal le condenó en 2006 a un total de 156 años y 11 meses de prisión por su participación en varios asesinatos: el del Guardia Civil Ricardo Cousso, cometido en junio de 1991 en Valle de Trápaga (Vizcaya) y el de Ramón Bañuelos, a quien ETA consideraba traficante de drogas, en octubre de 1998, además de su implicación en un atentado contra la Policía cometido en septiembre de 1990 en Bilbao.
Ese mismo año la Audiencia Nacional también le condenó a 18 años de cárcel por tirotear a un hombre en 1991 en la localidad vizcaína de Barrika. ‘Gadafi’ creía que su víctima, al que no alcanzaron los disparos, era miembro del Cuerpo Nacional de Policía.
Pero, además, el tribunal le condenó a 8 años de cárcel por robar un taxi el 20 de julio de 1991, atar a su conductor a un árbol, y avisar a la Policía de que el vehículo estaba cargado de explosivos frente al campo de fútbol de San Mamés en Bilbao.
Así las cosas, también asumió 6 años de prisión por la colocación en noviembre de 1991 de un artefacto explosivo contra un bar de Santurce (Vizcaya), «que parecía que era frecuentado por narcotraficantes y drogadictos», según el tribunal. La bomba fue localizada por unos transeúntes y posteriormente desactivada por la Policía.