Bolaños alega que la relación con Marruecos es «buena» y «estable» para tratar el «problema común» de la inmigración

El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha señalado este sábado que la postura del Gobierno al apoyar a Marruecos en el conflicto del Sáhara pone de manifiesto que España tendrá una relación «buena» y «estable» con Marruecos, con el compromiso de colaborar contra las mafias de trata de personas y contra la inmigración ilegal.

Bolaños, en declaraciones a los medios durante su visita al Corredor Ecológico del Suroeste de Madrid, ha detallado que es importante conseguir esta «estabilidad» porque «el mundo necesita cooperación entre países y de trabajar conjuntamente contra problemas que son comunes», en este caso refiriéndose a inmigración ilegal.

El ministro ha hecho así referencias a la noticia que se conoció este viernes sobre que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cedido a las presiones de Marruecos que pedía claridad en su postura sobre el Sáhara Occidental al avalar como una «base seria y creíble» su plan de autonomía para la antigua colonia española para encontrar una solución al conflicto, lo que abre a su vez un nuevo punto de disputa con sus socios de Podemos y amenaza con enturbiar la relación con Argelia en un momento crítico por la crisis energética.

En una carta al rey Mohamed VI, cuyo contenido ha sido divulgado por Rabat y no por Moncloa, Sánchez ha trasladado que «España considera la iniciativa marroquí de autonomía, presentada en 2007, como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo».

Dicho plan, que se sometería a referéndum previo, prevé ciertas competencias en materia de economía, infraestructuras, desarrollo social y cultura, entre otros ámbitos, para la antigua colonia española mientras que se reserva ámbitos clave como defensa, relaciones exteriores o religión, que recaen de forma específica bajo control del rey Mohamed VI.

El Gobierno español ha venido defendiendo en todo momento la necesidad de una solución política mutuamente aceptable para las partes, es decir para Marruecos y el Frente Polisario, en el marco de los parámetros fijados por la ONU y en este sentido ha respaldado los esfuerzos del nuevo enviado de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, para alcanzar dicho acuerdo.

El reconocimiento ahora del plan de autonomía marroquí como una posible solución ha recibido de forma automática las críticas del Frente Polisario, cuyo delegado en España, Abdulah Arabi, ha afeado que no se les haya avisado de antemano de este giro. En su opinión, Sánchez «sucumbe ante la presión y el chantaje» de Marruecos al avalar dicho plan como «peaje» para retomar las dañadas relaciones políticas y diplomáticas entre ambos países.