Hay alrededor de 400 bacterias probióticas diferentes. Las más conocidas e importantes son las bacterias del ácido láctico, porque son tolerantes a los ácidos y, por lo tanto, solo pueden propagarse más en el intestino.
Y, de hecho, se ha demostrado que los alimentos probióticos tienen un efecto positivo sobre la flora intestinal y el sistema inmunitario. Ayudan contra la diarrea, los problemas digestivos y el estreñimiento, mejoran el sistema inmunológico y la salud mental e incluso pueden ayudar a prevenir el cáncer de colon.
Sin embargo, para que nuestro intestino pueda utilizar todas estas propiedades positivas, los probióticos deben ingerirse continuamente en grandes cantidades mientras están vivos. Tan pronto como las bacterias dejan de absorberse durante unos días, la flora intestinal vuelve a su estado normal.
9Tempeh
Al igual que el tofu, el tempeh está hecho de soja o granos encurtidos y fermentados. Tiene una textura similar a la carne y es insípido e inodoro. La fermentación es estimulada por las bacterias del ácido láctico, lo que convierte al tempeh en un gran alimento probiótico que también es apto para veganos.
El tempeh también contiene una gran cantidad de proteínas saludables, que el cuerpo puede absorber y utilizar particularmente bien gracias a la fermentación. Además, hay un alto contenido en minerales como magnesio, potasio y fósforo.