Los ministros de Medio Ambiente de los Veintisiete han pedido este jueves que la nueva regulación de pilas y baterías propuesta por la Comisión Europea incluya la recogida específica para las baterías portátiles de los medios de transporte ligero como bicicletas eléctricas o patinetes.
La propuesta de reglamento de la Comisión Europea, que deberá ser negociada ahora entre el Consejo y el Parlamento, obtuvo un posicionamiento similar por parte de los eurodiputados que abogaron por incluir las baterías de transporte ligero en la sesión plenaria del pasado 10 de marzo.
La ministra francesa Transición Ecológica, Barbara Pompili, ha señalado que este nueva normativa garantizará que las baterías serán recogidas al final de su vida útil y no para que no terminen siendo «desechadas en el medio ambiente» y liberando las sustancias tóxicas que contienen.
Los ministros de Medio Ambiente de la UE han respaldado los términos generales de la normativa propuesta por la Comisión Europea que incluye el pasaporte de baterías, las restricciones estrictas para las sustancias peligrosas, la obligación de que las baterías nuevas contengan materiales reciclados o el establecimiento de una serie de condiciones para las cadenas de suministro.
Los Veintisiete han apoyado establecer un calendario ambicioso para las baterías de los vehículos eléctricos, especialmente en lo relativo a la huella de carbono y los requisitos de rendimiento ya que forman parte del plan de descarbonización de la economía.
Con todos estos puntos los Veintisiete han fijado sus líneas rojas para negociar las nuevas reglas que defenderán en las negociaciones con el Parlamento Europeo en el primer debate sobre la normativa de pilas y baterías.
«El almacenamiento y la electrificación nos permitirán identificar un potencial industrial, de empleo e innovación pero no vale hacerlo de cualquier manera», ha señalado la vicepresidenta del Gobierno responsable de la Transición Ecológica, Teresa Ribera, a su entrada al Consejo de ministros de Medio Ambiente de la UE.
En un paso más, Ribera ha defendido que el diseño de las baterías y la gestión al final de su vida útil contemple la recuperación de los materiales preciosos, considerando que contienen materias primas peligrosas pero que pueden volver a ser reutilizadas, en línea con las estrategias de economía circular.
La nueva regulación, que sustituirá a la directiva de 2006, pretende mejorar la sostenibilidad de la cadena de producción de las baterías, mejorar su ciclo de vida útil y crear unas reglas de juego igualitarias y permite que los Estados miembros puedan establecer restricciones adicionales para sustancias peligrosas que contienen las baterías en cada paso de su ciclo de vida.