Tan solo un 17% de las empresas consideran que es posible poner en marcha la jornada laboral de cuatro días sin ayudas públicas, frente al 49% que considera que no es viable sin ningún tipo de subvención por parte del Gobierno, según una reciente encuesta elaborada por la consultora de Recursos Humanos Hays.
La encuesta también refleja que el 97% de las empresas no tiene previsto implantar la jornada laboral de cuatro días y de estas, solo el 27% se plantea este modelo en un futuro.
Por el contrario, solo el 3% de las empresas espera poner en marcha la reducción de la jornada, de las cuales un 2% asegura que mantendrá el mismo salario con menos horas trabajadas, frente al 1% restante que bajaría los sueldos.
En cuanto a los aspectos más negativos, el 43% señala no disponer de la estructura necesaria para aplicarlo, seguido por la imposibilidad de implantar este tipo de jornada en algunos sectores con un 36%.
El 29% de las empresas apunta que no considera que sea un tema prioritario a aplicar, mientras que otros encuestados señalan que este formato puede generar más estrés en la plantilla (22%) o que trabajar menos horas no es rentable (13%).
El debate sobre la concentración en cuatro días de la jornada semanal de trabajo ha vuelto a resurgir tras la reciente petición por parte de las Islas Baleares a ser territorio piloto para la implantación de este formato y el impulso por parte de Bélgica de llevar a cabo una reforma laboral que aplique esta medida.
«Es necesario especificar, en primer lugar, de qué hablamos cuando nos referimos a la jornada laboral de cuatro días», ha explicado Fernando Calvo, director de People & Culture en Hays España. «Si nosreferimos a una jornada donde el empleado trabajaría ocho horas diarias durante cuatro días, es razonable pensar que, en consecuencia, disminuiría la productividad y, por lo tanto, también los salarios. En este punto, es natural que la mayoría de las compañías consideren que para poder aplicar este modelo sea necesario recurrir a ayudas por parte del Gobierno», ha añadido.
REDUCCIÓN DE LOS NIVELES DE FACTURACIÓN
Más de la mitad de las compañías, el 56%, considera que no es posible implantar la jornada laboral de cuatro días manteniendo el mismo nivel de facturación y productividad por parte de sus trabajadores. Por el contrario, un 22% de las empresas, cree que sí sería factible.
No obstante, el 27% de las empresas señala que esta medida traería un aumento de la productividad de los trabajadores.
En opinión de Calvo, podría producirse el efecto contrario. «Es importante tener en cuenta que la ampliación de horas trabajadas en un mismo día puede suponer una disminución en cuanto a la productividad de los mismos trabajadores, dado que el nivel de concentración no es el mismo en jornadas de ocho horas que de diez, ha explicado.
Finalmente, el aspecto más valorado es el de la mejora de la conciliación y la felicidad de los trabajadores con un 69%, seguido por la transformación de los sistemas de trabajo con un 35%.