Nada mejor que una carbonara auténtica y deliciosa; esto no se discute. Con unos pocos ingredientes y una técnica de preparación que hace posible un resultado sencillamente divino, esta receta italiana es una de las favoritas de todos y si vas a un restaurante italiano, lo primero que buscarás en el menú es la más sabrosa y gustosa pasta a la carbonara. Pero, ¿qué tan complejo es hacerla en casa?, la verdad, hacerla no es complicado y con esta receta lo comprobarás.
4Prepara el guanciale
Toma el trozo de guanciale y retírale la corteza. Una vez hecho esto, procede a cortar rebanadas y luego pica estas en dados o tiras pequeñas. Pon una sartén al fuego medio-bajo y no añadas ni una gota de aceite; el propio guanciale se encargará de liberar su grasa.
Cuando la sartén esté caliente, pon el guanciale para que se cocine poco a poco. Notarás que comienza a sudar y luego se irá tostando en su superficie. Deja que se cocine por fuera y quede doradito, mientras que en su interior continuará jugoso y rico. Retíralo de la sartén y ponlo sobre un plato forrado con papel absorbente.