Condenado a 11 años de cárcel el hombre que mató a un hostelero en Orense por 2 gramos de cocaína

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ourense ha condenado a 11 años de cárcel al hombre que el 4 febrero de 2020 mató a un hostelero tras discutir por dos gramos de cocaína.

El autor confeso del crimen había sido declarado culpable por el jurado popular sin que le reconocieran los atenuantes que pedía su defensa: drogadicción y confesión tardía.

El Ministerio Público y la acusación particular, que representaba a dos de las hijas del fallecido, solicitaba una condena de 12 años de prisión. La magistrada ha decidido imponer 11, la duración de la condena en la mitad inferior de lo que establece el Código Penal para el delito de homicidio.

La reducción de la pena a la que ha llegado al «no haberse acreditado por las acusaciones especiales circunstancias que motiven una exasperación punitiva», «atendiendo exclusivamente a la gravedad de los hechos y el fatal resultado acaecido», según dicta la sentencia.

De este modo, el fallo no tiene en cuenta ninguno de los atenuantes que pedía la defensa al considerar que «no había pruebas documentales ni testificales en relación con la toxicomanía» del acusado. Además, entiende que «la colaboración no fue decisiva en la averiguación deldelito».

La magistrada esgrime que sí mantuvo una actitud «colaboradora», ayudando a encontrar el arma, pero «su colaboración se produjo cuando la investigación policial se hallaba casi concluida» y «ciertamente abrumado por el peso de las evidencias», añade.

Lo sucedido se remonta al 4 de febrero de 2020, noche en la que el condenado, según consta en el apartado de hechos probados de la sentencia, acudió al bar que regentaba el fallecido y que ya estaba cerrado, con la finalidad de comprarle sustancias estupefacientes como ya había hecho en otras ocasiones, pero portando en esta ocasión un arma detonadora.

Según recoge el fallo, la víctima le proporcionó dos gramos de cocaína en lugar de los cuatro que pretendía el comprador, lo que provocó una discusión entre ambos. Durante esa disputa, el acusado se negó a abandonar el local, empujó al hostelero y eso provocó su caída al suelo donde le golpeó con la pistola en la cabeza. Además, le clavó una botella rota en el cuello ocasionándole la sección de la vena yugular.

Con todo ello, la sentencia considera probado el homicidio profundizando además en que «se desentendió de la suerte de la víctima sin reclamar ayuda alguna».

Además, el condenado ha resultado absuelto del delito de hurto que le imputaban porque el jurado consideró que se apoderó de las llaves del local y del móvil del fallecido «para borrar posibles vestigios del crimen y ocultar su responsabilidad».

La sentencia, que admite recurso de apelación al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, establece el pago de una indemnización de 22.000 euros a cada una de las dos hijas de la víctima.