Cáritas Española ha alertado del riesgo «alto» de que las mujeres y niños que escapan de la guerra en Ucrania sean captadas por redes de trata y, para evitarlo, pide contar con «un buen registro, identificación y selección de las personas cuando haya un traslado».
«El flujo continuo de mujeres y niños que escapan de la guerra en Ucrania es un caldo de cultivo para redes de trata», ha avisado la responsable del programa de Mujer, Trata y Prostitución de Cáritas Española, Noelia de Pablo.
Según ha precisado, el riesgo de ser captados por las mafias «aumenta a medida que la población se vuelve más vulnerable».
Desde el inicio de la invasión de Rusia, tres millones de personas han salido de Ucrania y el 90% son mujeres y niños, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Cáritas Europa ha lanzado recientemente un llamamiento internacional después de que las Cáritas que trabajan en la frontera dieran aviso de que los grupos criminales podrían estar organizándose a raíz de los cientos de miles de personas que actualmente se están desplazando fuera de Ucrania.
«El riesgo de trata de personas es alto», advierte Cáritas Europa. Muchas de estas personas refugiadas, además, se desplazan sin documentos y sin que nadie pueda denunciar su desaparición, según avisa la organización de la Iglesia católica.
Además, precisa que la situación de los niños es «especialmente preocupante», ya que en Europa, una de cada cuatro víctimas de la trata es un niño.
De Pablo explica que las distintas formas de trata que se pueden dar en estas situaciones son diversas: «con fines de explotación sexual, prostitución, coacción para delinquir, mendicidad forzada o también explotación laboral».
En este contexto de emergencia humanitaria, según señala, las redes de tráfico «aprovechan para ofrecer alojamiento fuera de los controles oficiales, transporte u otro tipo de apoyo para que las víctimas puedan acompañarlos y no son fáciles de detectar ni por la sociedad civil ni por las instituciones».
Ante esta situación, De Pablo recomienda contar con «un buen registro, identificación y selección de las personas cuando haya un traslado». Además, precisa que es necesario que las organizaciones que están dando apoyo a los refugiados garanticen «prácticas de contratación segura tanto para sus voluntarios como para el personal nuevo verificando la identidad, haciendo entrevistas, etcétera».
La responsable de Cáritas también recomienda «proporcionar rutas seguras y verificadas para el transporte y alojamiento, además de facilitar números de contactos».