El presidente de Crue Universidades Españolas, José Carlos Gómez Villamandos, se ha mostrado preocupado por que la Universidad española sea utilizada como un «intercambio de cromos» por los grupos parlamentarios durante la tramitación de leyes, como ha sido el caso, a su juicio, de la Ley de Convivencia Universitaria (LCU), aprobada en febrero.
«Si las aportaciones mejoran la ley, todos encantados, pero cuando son aportaciones que lo que hacen es vulnerar el espíritu de lo acordado, es preocupante», ha advertido durante la inauguración de las II Jornadas de Orientación Profesional del Grupo Siena, que han tenido lugar este lunes.
Durante la inauguración, el presidente de los rectores ha hablado sobre los fondos europeos, el nuevo ministro de Universidades, la LOSU, la reforma laboral y la EBAU, entre otras cuestiones.
Con respecto a los fondos europeos, Villamandos ha lamentado que «algunas partidas» como aquellas destinadas a la formación de profesorado y de investigadores, aún no han llegado, y ha advertido de la insuficiencia de dichos fondos para el sistema universitario. «Con la cantidad de miles de millones que hay, se nos queda corto», ha dicho.
Villamandos también ha aprovechado para alabar al nuevo ministro de Universidades, Joan Subirats, una persona vinculada al mundo de la Universidad y con experiencia política, según ha destacado. Por ello, «la forma de afrontar los problemas es completamente diferente a la que tenía Castells», ha comparado.
En este sentido, ha subrayado la labor realizada por el antecesor de Subirats, puesto que durante el confinamiento, ayudó «mucho» a las universidades, pero también ha lamentado su labor «en la última fase de tramitación de leyes». «Creemos que fallaron los diseños y las estrategias que había planteado», ha explicado.
Así pues, la Crue se encuentra a la espera de ver cómo evoluciona el anteproyecto de Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU). «Estamos esperando ver cuáles son sus planteamientos sobre la nueva ley», ha afirmado Villamandos, que insiste en que las demandas de los rectores se resumen en «más autonomía y financiación».
Finalmente, ha hablado sobre la EBAU y sobre el debate de poner en marcha una única prueba para todo el territorio español. «Una prueba única es tremendamente difícil de conseguir por las competencia de las comunidades autónomas, las diferencias de los bachilleratos en las comunidades, etc.», considera Villamandos, que no entra a valorar si sería o no «deseable».
En cualquier caso, frente a esa dificultad, ve «imprescindible» que haya una «mayor armonización», tanto en cuestión del examen como de los contenidos. Eso sí, demanda una centralización administrativa a la hora de que los estudiantes soliciten las preinscripciones para estudiar en una universidad española porque «no es de justicia que un ciudadano tenga que hacer 17 preinscripciones cuando podría hacer una y jugar en todo el sistema».