- En los restaurantes Castizo se refleja una vuelta al Madrid de las tabernas de antaño, a las de toda la vida.
- Aquí, la barra se lleva siempre el protagonismo, siendo el eje original alrededor del cual gira todo el proyecto, potenciando un concepto que busca enmarcar la tradición de la capital.
Las tabernas y casas de comidas de Madrid son todo un emblema. Son esos lugares en los que se disfruta de las cañas y los vinos a la hora del aperitivo, apoyando el codo sobre una barra; o en los que siempre se puede confiar en un buen picoteo para apaciguar el ritmo de la vida cotidiana. Esos en los que, cuando cae el sol, se suceden tapas y raciones sin freno, dando paso a las inolvidables veladas de Madrid. Esa es la inspiración que da vida a un concepto como Castizo, una forma de ver a las tabernas de siempre a través de un prisma moderno y contemporáneo.
Esta misión se logra, a primera vista, con un interiorismo cuidado y afinando una estética centenaria a la del siglo XXI. Otro punto que caracteriza a este nuevo formato de restaurante del Grupo Carbón es su localización, siempre con presencia en los puntos neurálgicos de la ciudad. El éxito de Castizo y el motivo por el que se siguen sucediendo diferentes aperturas a lo largo y ancho de Madrid –y con más en camino– viene ligado a la autenticidad de esta particular taberna de barrio 2.0. Hay varios Castizo sí, pero ninguno es una réplica del anterior y siempre contando con la barra como punto neurálgico, una zona de comedor para comidas más relajadas y detalles diferenciados en su interiorismo que hacen a cada local único.
Culto a la materia prima
En las barras y mesas de Castizo se sirve un profundo respeto hacia la materia prima –con carnes y pescados de excelente calidad–, poniendo atención a cada uno de los detalles que conforman la elaboración de un plato. Conservas, chacinas y embutidos desfilan en una carta en la que no puede faltar el mejor marisco, como la gamba roja de Garrucha gorda, o coquinas de Isla Cristina al ajillo. Se suman a la propuesta, ideada por Mariano Barrero –chef ejecutivo del grupo–, molletes y montados, huevos rellenos caseros, rabas de calamar y torreznos como entrantes. Mientras que el atún con tomate y huevo frito, rabo de ternera estofado o el pollo de campo en pepitoria, son algunos de los platos que se quedan en la memoria como principales. Las medias raciones cobran un especial protagonismo para poder compartir y no discutir.
El toque dulce lo pone la ya tradicional receta de tarta de queso del Grupo Carbón, acompañada de la tarta de praliné de chocolate y de la torrija de leche tradicional. Una cuidada selección de vinos tintos, blancos, espumosos y generosos; así como cócteles de la talla de un Negroni y Olé –ginebra, Martini Riserva Speciale Rubino, Campari trucado con vinos del sur, hierbas de la Provenza, naranja y bitter de aceituna–; Charly´s Vermut –con toques de frutos rojos y cacao– o el Sangría de Cava –cava, frambuesas, arándanos, manzana, almendras amargas y azúcar–, que hacen que el vínculo entre comida y bebida sea más sólido y agarrao que un chotis.
Concepto de taberna 2.0
Castizo nació como un concepto de taberna 2.0 enfocado para celebrar el aperitivo, para picar y para para comer de una forma distendida pero ágil. Aunque todas sus localizaciones tienen zona de comedor, en su más reciente apertura –en la calle Francisco de Rojas, esquina con Sagasta– se ha apostado por darle más relevancia a la experiencia en mesa en la planta de abajo, con una carta en la que predomina el uso de la parrilla y que se inclina por platos más elaborados y contundentes. Es por ello que se suman a la propuesta verduras como las berenjenas o alcachofas; un arroz de almejas de Pedreña; así como un estupendo y delicado rape, patitas de pulpo a la brasa con aceite de pimentón y ajos fritos, entrecotte de atún con romescu y una chuleta de vaca madurada.
“Los domingos también contamos con un cocido madrileño, servido en tres vuelcos y elaborado íntegramente con producto de cercanía, como garbanzos castellanos cultivados en Madrid y verduras ecológicas”, detalla Barrero, explicando uno de los tantos ejemplos que demuestran su apuesta por las recetas de Madrid dentro de todos y cada uno de los restaurantes Castizo.
Castizo pertenece a Larrumba Holding, uno de los grupos de hostelería líderes y de mayor crecimiento en España compuesto por Grupo Larrumba y Grupo Carbón. Pioneros en una propuesta de valor que combina la alta gastronomía y el ocio experiencial, se ha convertido en un referente en el sector a nivel global. Posee y explota más de 25 restaurantes emblemáticos como Carbón Negro, A Brasa, Habanera, Perrachica, Marieta o los Castizo. En los próximos meses se pondrán en marcha nuevos proyectos de impacto dentro y fuera de Madrid.
