El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha acusado este miércoles al Gobierno estadounidense de iniciar una «guerra económica de facto» contra el país a raíz de la invasión rusa de Ucrania.
Así se ha referido a las palabras de la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, que ha señalado que el objetivo de Washington es lograr la «derrota estratégica de (Vladimir) Putin».
«Estados Unidos, por supuesto, ha declarado una guerra económica contra Rusia. De facto es así», ha dicho en declaraciones recogidas por la agencia de noticias TASS. Al ser preguntado por la posibilidad de que Rusia gane la guerra, Peskov ha indicado que Moscú debe hacer «lo mejor para sus propios intereses».
En relación con la situación de los mercados energéticos, ha expresado que «se está desarrollando de forma turbulenta», si bien se desconoce adónde llevará la situación. «Rusia analizará la situación ahora que Estados Unidos ha decidido vetar la importación de gas y petróleo y actuará en su propio beneficio», ha recalcado.
«De hecho, la situación merece un profundo análisis», ha matizado antes de señalar que «se protegerán los intereses rusos y se hará todo lo posible para alcanzar este fin». «Rusia seguirá siendo un garante de la seguridad energética y sus valores», ha aclarado antes de lamentar que los actos hostiles de Occidente «hacen esta situación complicada».
Por otra parte, ha puesto en tela de juicio los datos de la ONU sobre la cifra de víctimas civiles causadas por las hostilidades en Ucrania, que según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUR) ascienden a 1.335.
«Resulta muy difícil formarse un cuadro completo de las bajas potenciales ahora que la operación especial sigue su curso y muchas ciudades están bloqueadas, con todos esos batallones nacionalistas que impiden la salida de civiles», ha manifestado.
Sobre las negociaciones, ha defendido que Rusia está interesada en llevar a cabo lo antes posible nuevas rondas de conversaciones y ha subrayado que la posición rusa «es muy clara». «Estamos interesados en celebrar nuevas rondas tan pronto como los negociadores ucranianos estén listos para hacerlo», ha aseverado.
El Kremlin ha aprovechado la ocasión para advertir a su vez contra el uso por parte del Ejército ucraniano de bases aéreas de terceros países. Peskov ha calificado esto de «indeseable y potencialmente peligroso».