Los gigantes estadounidenses de los refrescos The Coca-Cola Company y Pepsico han decidido suspender sus actividades en Rusia, sumándose así al boicot al país por parte de multinacionales occidentales en respuesta a la invasión de Ucrania.
La multinacional, que entró en el mercado ruso a principios de los años 90, ha indicado que continuará observando y evaluando la situación a medida que evolucionen las circunstancias.
Por su parte, la embotelladora Coca-Cola HBC, en la que el gigante de Atlanta controla un 23% del capital, ha expresado su respeto a la decisión anunciada por The Coca-Cola Company, asegurando que está «trabajando en estrecha colaboración para su implementación«.
«Consideraremos cuidadosamente los intereses de nuestros empleados, clientes y proveedores en Rusia«, ha explicado la embotelladora, añadiendo que su relación con The Coca-Cola Company sigue siendo sólida y siguen trabajando en estrecha colaboración en el resto de sus mercados.
En el caso de Pepsico, la multinacional dirigida por el español Ramón Laguarta, cuya relación con el mercado ruso comenzó hace 60 años, ha anunciado que suspende la producción y la venta en Rusia de Pepsi-Cola y otras marcas como 7Up y Mirinda, así como todas las inversiones y las actividades de promoción y publicidad en el país.
Sin embargo, el consejero delegado de la multinacional ha precisado que, como empresa de alimentos y bebidas, debe observar el aspecto humanitario de su negocio. «Eso significa que tenemos la responsabilidad de continuar ofreciendo nuestros otros productos en Rusia, incluidos leche y otras ofertas lácteas, fórmula para bebés y alimentos para bebés«, apuntó.
En este sentido, señaló que, al continuar operando, también continuaremos apoyando los medios de subsistencia de nuestros 20.000 asociados rusos y de los 40.000 trabajadores agrícolas del país en la cadena de suministro de la compañía.