La higiene bucal es una de las cosas que más preocupan a las personas, pues se debe recordar que los dientes son la carta de presentación del rostro, tras sonreír es lo primero que se logra ver en una persona. Por ello muchas personas siempre están pendiente de cepillarse, usar hilo dental e incluso incluyen dentro del cuidado bucal, utilizar un irrigador dental
Por tal motivo en el siguiente artículo te explicaremos de que trata un irrigador dental, sus modelos, uso, además de complementar con información importante sobre los dientes y la placa dental, que es el principal atacante de los dientes. Tan solo serán unos minutos para que conozcas, sobre lo mencionado, lo cual es muy importante recalcar en vista de lo relevante que son los dientes.
¿Qué es un diente?
Un diente es anatómicamente una estructura calcificada ubicada en la boca de los animales y seres humanos; su función principal es masticar los alimentos que se consumen, defenderse e incluso como características sexuales en algunas especies. Este esta compuesto de varios tejidos con densidad y dureza distinta, conformado por pulpa dentaria, dentina y esmalte.
¿Qué es la placa en los dientes?
La placa en los dientes es una película incolora, de consistencia pegajosa consistente en bacterias y azúcares, que se van acumulando sobre los dientes, de manera recurrente. Esta, si no se retira diariamente, puede convertirse en sarro y como consecuencia convertirse con el pasar del tiempo en caries, por ese debe ser eliminada para tener una salud bucodental adecuada.
¿Cómo saber si se tiene placa?
Realmente las personas poseen placa, ya que constantemente en la boca se alojan bacterias provenientes de los alimentos que se consumen y de la saliva que se produce. Esta placa conjuntamente con los ácidos, tras las comidas, van en ataque de los dientes. si la placa no se elimina mediante una buena higiene dental destruirá el esmalte de los dientes e infectará la encía.
Si la placa no se irriga adecuadamente, enfermara las encías llegando a sangrar, inflamar y enrojecer, así como a originar enfermedades periodontales, que pueden provocar la pérdida de dientes. Por ello es importante seguir las recomendaciones siguientes:
- Cepíllate dos veces al día, para retirar la placa de la superficie de los dientes.
- Usar hilo dental a diario, ya que hay lugares donde el cepillo no llega.
- Implementar el uso de enjuague bucal tras el cepillo a diario.
- Racionar el consumo de almidón y azúcar, pues son ideales para adherirse a la superficie de los dientes.
- Visitar al odontólogo para control odontológico y una limpieza profesional mediante un irrigador dental.
¿Qué es un Irrigador dental?
Un irrigador dental es un aparato eléctrico que facilita la higiene bucodental de las personas, el mismo consiste en una en unos chorros de agua a propulsión de alta presión. La finalidad de este dispositivo es eliminar la placa dental, así como los restos alimenticos alojados entre los dientes y por debajo de las encías, permitiendo con ello una higiene bucal adecuada.
¿Cuáles son los tipos de irrigadores dentales que existen?
Existen básicamente solo 3 tipos de irrigadores dentales, los cuales son los siguientes:
- Irrigador dental de sobremesa: este modelo es de lo más usados, funcionan con electricidad, sus resultados son los mejores y son muy simples además que algunos incluyen hasta el cepillo eléctrico.
- Irrigador dental portátil: este modelo incluye baterías recargables, son pequeños e ideales para cuando se viaja.
- Irrigador dental de grifo sin motor: resultan fáciles de instalar en el grifo, sin motor y, puede que sea el motivo de que sean los que menos se mencionan.
¿Cuál es la historia del irrigador dental?
Se cuenta que el primer irrigador dental apareció por el año de 1962 y gracias al ingenio de dos profesionales: el dentista Gerald Moyer y el ingeniero John Mattingly. Partiendo de este, los próximos han sido evaluados por estudios científicos y tras su aprobación son usados para la higiene periodontal, y en personas que sufren de gingivitis, diabetes, que posean aparatos de ortodoncia o dientes reemplazados.
Resulta que en año 2008, metaanálisis, realizado un estudio sobre si el uso del irrigador dental era bueno y complementaba el cepillado bucal, llegó a la conclusión de que el mismo no lo era para reducir la placa existente, pero si era beneficioso para la salud gingival, luego la Universidad del Sur de California explicó que tratar por 3 segundos, con agua a presión media, logro eliminar la biopelícula de placa, en un 99 %.
¿Cuáles son los beneficios de usar el irrigador dental?
Usar un irrigador dental aporta los siguientes beneficios:
- Facilitar la limpieza dental profunda.
- Contribuir a mejorar la salud de las encías, ya que este es más eficaz que el hilo dental; tanto para retirar resto y placa de los dientes, así como lograr disminuir el sangrado gingival de manera relevante.
- Es muy útil en tratamientos de ortodoncias, implantes dentales y las bolsas periodontales, y todo debido a que hay zonas con difícil acceso tras el cepillado, y que por lo tanto no se cumple con la higiene.
¿Cómo se debe utilizar el irrigador bucal?
En el mercado hay modelos de irrigador dental, sin embargo, todos trabajan de la misma manera y se siguen los siguientes pasos:
- Llenar el depósito con agua tibia, y si desea añadir un poco de colutorio o de una solución antiséptica de uso tópico.
- Escoger el modelo de boquilla que se utilizará, para colocarla en el base, establecer la presión que se aplicará y que sea cómoda para la persona.
- El cabezal del irrigador debes introducirlo en la boca, cercano a dientes y encía.
- Se puede cerrar un poco la boca para evitar así que salpique el agua para todos los lados del lavamanos.
- Encender el dispositivo y mover el chorro de agua a disposición, para llegar a las zonas esperadas, escupir de vez en cuando y si se desea aumentar la presión del chorro.
- Al terminar de utilizar, lavar y luego proceder a secar el depósito y la boquilla.