El alcohol y los antibióticos nunca son una buena combinación; si una persona tiene indicado un tratamiento con antibióticos; no debería consumir bebidas alcohólicas, por la sobrecarga que supone al hígado tener que lidiar con dos químicos altamente tóxicos; además el alcohol puede en algunos casos reaccionar con el medicamento, y muchos otros pierden su efectividad.
6El alcohol no solo está contraindicado con los antibióticos
La ingesta de bebidas alcohólicas está contraindicada para pacientes que estén con cualquier tipo de terapia, así no incluya antibióticos, ya que tanto los medicamentos como el alcohol se sintetizan en el hígado, es decir, se sobrecarga al hígado para eliminar una gran cantidad de sustancias potencialmente tóxicas, y si el consumo de alcohol es grande peor aún para el hígado.
Está sobre exigencia al hígado puede causarle problemas y este órgano no se regenera, es decir puedes dañar al hígado de manera permanente por saturarlo de sustancias nocivas para la salud.