El secreto por el que las mazorcas de maíz nunca te salen con el sabor que deben tener

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Las mazorcas de maíz son perfectas para acompañar como guarnición un plato con proteínas y hasta comerlas solas es todo un placer cuando se cocinan de la manera apropiada. Seguramente, si has visto alguna publicidad, te habrás podido percatar de cómo lucen hermosas y perfectas con unos granos gorditos, apretados y bien carnosos. 

Pero, ¿Qué sucede cuándo quedan secas, arrugadas o chiclosas? Conoce todo lo que se esconde detrás de unas mazorcas deliciosas y no la vuelvas a fallar jamás.

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Cocción de las mazorcas de maíz al vapor

al vapor

También puedes cocinarlas al vapor. Para hacerlo, límpialas muy bien y pon al fuego una olla vaporizadora. En caso de no tener una, pon una olla convencional y colócale un colador metálico que se quede sin tocar el agua.

Cuando el agua rompa a hervir, pon las mazorcas en la canasta vaporizadora o en el colador metálico y déjalas cocinar por 10 a 12 minutos. Estarán listas cuando los granos estén tiernos, pero no blandos. Retíralas con una pinza para evitar quemaduras en tus manos.