Los pueblos abandonados ya constituyen un paisaje más de España. Es triste reconocerlo, pero es así. La gran concentración de las poblaciones en grandes ciudades ha vaciado literalmente al resto de localidades. Unos pueblos que hablan por sus silenciosas calles donde podremos viajar al pasado para saber cómo fue la vida de sus habitantes antaño.
Y es que la tendencia que marcó la segunda mitad del siglo pasado sobre la emigración masiva a las ciudades ha dejado en el interior peninsular un enorme vacío que ahora llama la atención de muchos amantes de lo rural. Lo hacemos paseando por varios puntos de la geografía española, y algunos con ubicaciones realmente sorprendentes. Es más; entre ellos hay uno que está considerado como parte de los más fascinantes del mundo. Conocemos estos pueblos abandonados, pero también bonitos.