Según los datos históricos que se tienen, el Papa Simplicio fue quien dirigió la Iglesia de Occidente, haciendo un esfuerzo por acercarla a la Iglesia de Oriente. Ocupó el trono de San Pedro y ser convirtió en el vicario de Dios en la Tierra, sucediendo a San Hilario, en el año 467 hasta casi finalizar el siglo V.
Papa San Simplicio
Según el Liber Pontificalis San Simplicio fue hijo de un ciudadano de Tívoli, llamado Castino. Durante un tiempo en el que muchos eran los pueblos que persistían en sus creencias paganas y en sus costumbres, la Iglesia vivía tiempos convulsos para el cristianismo. De acuerdo con los datos que se tienen de su vida, de la que no se tienen muchos detalles, sólo se cuenta que se trató de un Papa que adquirió su lugar en la historia por afrontar con mucho tacto e inteligencia todas las dificultades que surgían entre los miembros de la Iglesia.
Durante su estancia en el trono de la Iglesia de Occidente, el Imperio Romano de Occidente llegó a su fin. Todo debido a que desde que fue asesinado Valentiniano III en el año 455, ocurrió una cantidad de rápidas sucesiones de emperadores que no tuvieron ninguna significación para el Imperio Romano de Occidente, constantemente amenazado por revoluciones y guerras. Luego de que llegaron algunas tribus germánicas, los hérulos imitaron a sus parientes y se adentraron en Italia, y su gobernante Odoacro fue quien puso fin al Imperio Romano de Occidente, al deponer al último emperador, Rómulo Augústulo, y asumiendo él mismo el título de rey de Italia, situación que el Papa San Simplicio tuvo que sortear no sin muchas dificultades.
Propuso una reforma con la que pretendió reforzar al clero y se mostró indulgente en momentos en los que los altos cargos eclesiásticos le exigían alguna cuestión que claramente mostraba sus excesos de ambición, porque era claro que lo que deseaban se alejaba de aquellos propósitos que debían mantener los que habían dedicado con exclusividad su vida a Dios.
Ya en el trono de San Pedro, San Simplicio trato de moderar los excesos de la Iglesia de Orienta, a la cual se encontraba al mando Acacio, quien tenía en cargo de Patriarca de Constantinopla, mientras trataba de llevar el orden en la Iglesia de Occidente desde Roma, haciendo uso de estrategias, entre las que se encontró hacerse amigo del Obispo de Sevilla, tras felicitarle en varias oportunidades por su gran dedicación a la orden y a la fe. Igualmente trató de aliarse con el Obispo de Rávena, pero no descuidó en ningún momento la instrucción religiosa que se daba, tanto a los que habían ingresado a la vida religiosa, como a los feligreses.
Todo indica que San Simplicio falleció en el mes de febrero, en el año 483, no obstante, esta información no está comprobada en su totalidad, aunque otros indican que murió el 10 de marzo de 483, razón por la cual su onomástico se celebra el 02 de marzo, que una fecha que podía considerarse próxima a la fecha de su muerte, pero este día no sólo se recuerda al Papa San Simplicio, sino que el calendario romano también celebra la vida y las obras de otros santos y beatos católicos que fueron muy importantes para la difusión de la fe, entre los que se encuentran San Absalón, San Basileo mártir, San Ceada, San Jovino, San Lucas Casali de Nicosia, San Troadio, Santa Inés de Praga, Beato Carlos Bono y Beato Enrique Suso.
