Galicia suprime desde este sábado la obligatoriedad de presentar el certificado Covid para acceder a los establecimientos de hostelería, en los que amplía a diez los comensales por mesa en interior –estaban en ocho– y a 20 en exterior del local –eran 15–, única medida que permanece en vigor debido a la evolución de la pandemia.
Así lo informa la Xunta en el Diario Oficial de Galicia (DOG) bis publicado este viernes en el que, además, tras el visto bueno del Tribunal Superior de Galicia (TSXG), ratifica que hasta el 12 de marzo el certificado será necesario solo para visitas a ingresados en hospitales y residencias de mayores y de personas con discapacidad.
Según una de las dos órdenes publicadas por la Consellería de Sanidade este viernes, las limitaciones de ocupación por mesa o agrupación de mesas en los servicios de la hostelería y restauración, «pasan ahora a diez personas en el interior y veinte personas en el exterior». Asimismo, Sanidade concreta que «se eliminan las referencias al registro de clientes».
También se revisa la aplicación de los aforos máximos en competiciones deportivas, que «volverán al cien por cien a partir del próximo día 4 de marzo», de conformidad con el criterio establecido por la autoridad sanitaria estatal para todo el territorio nacional, previo consenso con las autoridades sanitarias autonómicas.
Asimismo, se amplía el aforo máximo de los albergues turísticos al cien por cien, «sin necesidad de la exhibición del certificado Covid», que su uso desde este sábado queda limitado en toda Galicia únicamente a las visitas a ingresados en hospitales y residencias de mayores o de personas con discapacidad.
Sanidade concreta que las medidas en vigor en el marco de la hostelería, incluidas en el Plan de Hostelería Segura, se mantendrá hasta las 00,00 horas del próximo 12 de marzo.
ARGUMENTOS
En su argumentación, la Consellería de Sanidade recoge en el DOG que los centros sociosanitarios residenciales de mayores y personas con discapacidad registraron el primer caso de Covid el 15 de marzo de 2020 y entre el periodo comprendido entre el 16 y 39 de marzo se diagnosticaron 596 casos, el 37,2% de ellos en residentes.
En la quinta ola de la pandemia se notificaron 28 brotes en los centros sociosanitarios residenciales de mayores y persona con discapacidad, con la afectación de 419 personas. En el 43% de ellos, el caso índice fue personal trabajador de la residencia, «por lo que el riesgo de que una persona que se contagia en la comunidad pueda ocasionar un brote en un centro de estas características es muy elevado».
Asimismo, Sanidade concreta que al tratarse de «ambientes cerrados en los que el propio nivel de dependencia de las personas ingresadas o residentes favorece el establecimiento de contactos próximos y prolongados con los cuidadores», lo que «aumenta el riesgo de transmisión y de contagio», apostilla.
Todo ello, insiste la Administración sanitaria autonómica «hace que se considere necesario establecer medidas de prevención adicionales y específicas para las personas que visitan o acompañan a las personas ingresadas en los centros», tanto hospitalarios como residencias.
«El hecho de no estar vacunado cuando se accede a un centro hospitalario o sociosanitario no solo supone un mayor riesgo para las personas allí ingresadas y para los trabajadores, al aumentar el riesgo de transmisión, sino también para la propia persona que accede al centro, por la posibilidad de establecer contactos con personas asintomáticas transmisoras», matiza.
Sanidade recuerda que en Galicia «se produjeron brotes intrahospitalarios en todas las áreas sanitarias, con implicación de pacientes, profesionales y cuidadores o visitantes. Por tanto, defiende la medida prorrogada para «ayudar a la prevención de la infección y la aparición de brotes».
EVOLUCIÓN
Todas estas decisiones se producen en un contexto en el que «los indicadores epidemiológicos parecer mostrar una tendencia descendente», pero «siguen siendo elevados», lo que indica, destaca Sanidade, «que el virus continúa teniendo una importante circulación».
Asimismo, resalta «un descenso progresivo de porcentajes de hospitalización en planta y en la UCI», así como de las defunciones, «lo que puede reflejar la efectividad de la vacuna en la prevención de casos graves de enfermedad» y de muerte por la Covid.
Con todo, Sanidade incide en que con «el aumento de la prevalencia de la variante Ómicron, que es del 99,9% y que tiene una transmisibilidad superior a la de la variante Delta, está justificada la necesidad de mantener» determinadas medidas.
PROTOCOLO CARNAVAL
De este modo, en el marco de las celebraciones de Carnaval de los próximos días desde este sábado el acceso a los locales de hostelería ya no requerirá el certificado Covid en Galicia, comunidad que, además, cuenta con un protocolo en el que se detalla que se permite los desfiles, bailes itinerantes y espectáculos, pero prohíbe fumar, tanto cigarrillos normales como los electrónicos. Además, mantiene la obligatoriedad de usar mascarilla vayas disfrazo o no, incluidos participantes en desfiles y exhibiciones.
El documento, que cuenta con la evaluación y aval del comité clínico, pone en manos de los ayuntamientos la necesidad de garantizar la distancia de seguridad –1,5 metros– y el uso de la mascarillas.
Además, el ayuntamiento «debe velar por el cumplimiento de las medidas de seguridad, higiene y distancia interpersonal vigentes, así como la autorización de espacios públicos, de ser el caso.
En el caso de espectáculos musicales o artísticos estáticos fuera de recintos cerrados especificamente habilitados para este fin, deberán realizarse en espacios acotados, sectorializados, perfectamente delimitados y cerrados, a los cuales solo se podrá acceder por los accesos autorizados.
Podrán realizarse con el 100 por cien de la ocupación máxima permitida y no estarán permitidas las carpas con lonas laterales que impidan la ventilación natural. Podrá contemplarse el servicio de comida y bebidas si se realiza en espacios habilitados para cada sector, que cumplirán con las normas de la hostelería y restauración.
Asimismo, se estipula que los organizadores «tomarán las precauciones oportunas» para evitar la formación de aglomeraciones. Los asistentes solo se podrán quitar la mascarilla en el momento específico del consumo y «no está permitido fumar, consumir otros productos de tabaco ni consumir cigarrillos electrónicos en el área de público».
En cuanto a la celebración de actividades en teatros, auditorios o espacios similares, las actividades se pueden realizar con el 100 por cien de la capacidad máxima permitida y el público deberá permanecer sentado y el uso de la mascarilla será obligatorio.
Además, deberán realizarse tareas de ventilación en las instalaciones cubiertas de, por lo menos, 30 minutos al inicio y al final de cada jornada, así como de forma frecuente durante el día y, obligatoriamente, después de cada actividad.
Si se usan sistemas de ventilación mecánica, deberá aumentarse el suministro de aire fresco y se limitará al mínimo indispensable la función de recirculación del aire interior. Deberán intensificarse las medidas de limpieza y desinfección de las instalaciones con productos debidamente autorizados y registrados.
El protocolo para este carnaval también incluye la actividad de actividades de feria, que están permitidas siempre que se respete la distancia de seguridad interpersonal y las medidas higiénicas exigibles a cada instalación o actividad.