El patrón del ‘Villa de Pitanxo’, Juan Padín, y su sobrino, Eduardo Rial Padín, dos de los tres supervivientes del naufragio, siguen guardando silencio acerca de la tragedia, que se ha saldado con 9 marineros fallecidos y 12 desaparecidos tras el hundimiento del pesquero en aguas de Terranova.
Padín y su sobrino, que llegaron a Galicia en la madrugada del lunes al martes junto con el otro superviviente del naufragio, Samuel Kwesi, y los cadáveres de 5 de los fallecidos, no han querido pronunciarse este miércoles acerca de lo ocurrido en la madrugada del 15 de febrero, aunque la armadora trasladó en un comunicado que el propio patrón aludió a la pérdida del motor principal durante una maniobra de virada del aparejo, lo que dejó al ‘Villa de Pitanxo’ a merced del viento y los golpes de mar, que escoraron la nave y acabaron hundiéndola.
En la parroquia canguesa de Donón, donde viven Padín y su sobrino, no ha habido declaraciones tampoco este miércoles. Con un conciso «estoy de pie» ha respondido Eduardo a las preguntas de los periodistas sobre cómo se encuentra. «¿Quieres decir algo?». «Nada«, ha zanjado cuando salía de su casa con su pareja pasadas las 10,30 horas.
Tampoco su tío, el patrón del pesquero, ha querido hacer manifestaciones. Preguntada sobre cómo está viviendo la situación, su pareja ha afirmado: «Os lo podéis imaginar, por las familias (de los desaparecidos)…«. «Tengo niños pequeños que están viendo todo«, ha lamentado, antes de insistir en que Juan no quiere hablar.
Mientras intentan sobreponerse, es una incógnita si barajan volver al mar tras el naufragio vivido en Terranova. «Buf, esa pregunta no se puede responder«, ha señalado la mujer del patrón. Su sobrino, ante la misma pregunta de los periodistas, ha guardado silencio.