- Ubicado en un entorno privilegiado, en una de las zonas residenciales más exclusivas de Madrid, La Querida apuesta por ofrecer una cocina de temporada con las mejores materias primas basada en el recetario más tradicional.
- Es el primer proyecto hostelero del joven empresario David Fernández, dedicado al negocio de los tatuajes desde hace más de veinte años, que se ha propuesto crear el restaurante al que le gustaría ir y ofrecer así una alternativa al ocio gastronómico en este barrio residencial.
El empresario David Fernández, empujado por su pasión por la gastronomía y su afán por descubrir y probar los mejores productos de la despensa de nuestro país, decidió hace dos años abrir el restaurante al que le gustaría ir a comer. Así nació La Querida, ubicado en un local de Húmera, corazón de Pozuelo de Alarcón, junto a las urbanizaciones de Somosaguas y La Finca.
Un espacio que se presenta como una alternativa al ocio gastronómico en esta zona residencial en la que hasta entonces no había muchas opciones entre las que elegir. Con una cocina de mercado basada en los mejores productos de temporada que recupera el recetario tradicional y un espacio acogedor decorado por el propio David, La Querida está concebido como el lugar de reunión en torno a la mesa de amigos, familiares y empresarios de la zona, una dirección donde comer bien y sentirse como en casa.
DEL MERCADO A LA MESA DE LA QUERIDA
David, propietario de uno de los locales de tatuajes más míticos de la calle Montera, compagina sus dos pasiones, la tinta y la gastronomía, y se encarga día a día de buscar y escoger las mejores materias primas para los platos que se ofrecen en La Querida. Una cocina de temporada basada en el producto tratado con maestría y cariño, con la única intención de ensalzar y poner en valor su excelente calidad. La carta ofrece algunos fijos reseñables como el foie micuit hecho en casa, unas melosas croquetas de rabo de toro y una selección de cortes de carne que elaboran a la parrilla como el solomillo de vaca madurada o el chuletón de vaca vieja.
La oferta se completa con un animado fuera de carta semanal que ofrece propuestas como crujiente de manitas de cerdo con milhojas de patata y reineta, unos níscalos salteados con cecina y huevo 65º o unas mollejas de ternera a la brasa con alioli de ajo negro. En plena temporada de invierno la cocina de La Querida incorpora una selección de guisos de cuchara como los judiones del Barco de Ávila con perdiz o las verdinas con almejas y alcachofas; carnes de caza como el lomo de ciervo con salsa civet y puré de castañas o el arroz caldoso de faisán y setas.
PLATOS TRADICIONALES
Cómo la tradición manda en todas sus propuestas, se puede disfrutar de un delicado bacalao al pil-pil, los callos con pata y morro, el cordero asado en su jugo o unas albóndigas de rabo de toro con parmentier de patata y queso Arzúa Ulloa. Y en los postres cabe destacar la tarta de queso Idiazábal y la tarta fina de manzana caliente con helado de vainilla.
La carta de vinos es sencilla y cuenta con referencias de todo el país y algunas foráneas, todas ellas escogidas personalmente por el empresario. La decoración cálida y sencilla, pensada por el propio David, consigue hacer sentir al público como en casa gracias al espacio acogedor que ha creado. La sala cuenta con dos comedores, uno de ellos con grandes ventanales y una zona de barra en la que se puede picar algo rápido.