La crema de calabaza es una de las sopas favoritas, ya que su rico sabor y consistencia, la hacen perfecta para disfrutar en cualquier momento. Con esta verdura es sencillo preparar unas verdaderas delicias. Es económica, la consigues en cualquier mercado y en temporada se encuentra en su mejor estado: con un color naranja intenso increíble y un sabor realmente divino.
Hacer una crema de calabaza bien cremosa y sabrosa como para tomar en una cena, es algo fácil de lograr cuando sigues una técnica correcta. Acompáñame a descubrir todo lo que necesitas saber para tener un resultado perfecto y de gran sabor.
5Comienza preparando la calabaza
Lo primero que debes hacer es encender el horno a 180 °C para que esté caliente al momento de introducir la calabaza en el mismo. Mientras el horno se va calentando, lava la calabaza y córtala a la mitad. Con la ayuda de una cuchara retira todas las semillas y luego con un cuchillo filoso, corta rodajas de 2 centímetros de grosor.
Para asarlas no será necesario retirar la piel. Déjala con esta y solamente quítale las semillas. Una vez que tengas preparada la calabaza, espolvorea sal y pimienta, báñala con un poco de aceite de oliva y hornea por 30 minutos o hasta que esté tierna y dorada.
Aquí abro un pequeño paréntesis para comentarte, que esta técnica de asado también la puedes llevar a cabo para tener una rica crema de calabaza dulce o puré, que te puede funcionar para múltiples recetas, entre ellas el café de calabaza. Solamente hornéala con azúcar y algo de canela y delirarás con el resultado.