En Women for Women International se utiliza mucho vocabulario de campo que a menudo tiene un significado mucho más profundo y mayores implicaciones que una simple definición. En estas líneas, abordaremos algunos de estos términos con la esperanza de darte las herramientas que necesitas para mantener conversaciones sobre el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género. Por ello, hablaremos de la violencia de género.
¿Qué es la violencia de género?
La violencia de género (VG) es la violencia dirigida a una persona por su sexo biológico o su identidad de género. Incluye el abuso físico, sexual, verbal, emocional y psicológico, las amenazas, la coacción y la privación económica o educativa, tanto si se produce en la vida pública como en la privada. De hecho, la violencia de género se consolida como tercer delito entre los 47.000 presos de las cárceles españolas.
¿Por qué hablamos de violencia de género?
La violencia de género es un problema al que se enfrentan personas de todo el mundo. Las mujeres se ven perjudicadas de forma desproporcionada por la violencia de género. Por ello, cientos de organizaciones se centran en acabar con la violencia contra las mujeres. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, 1 de cada 3 mujeres ha sufrido violencia física o sexual en su vida. Esto no incluye el abuso emocional, financiero o verbal.
A pesar de ser tan frecuente, la violencia de género no se denuncia en gran medida debido a la estigmatización y a la falta de acceso a recursos y sistemas de apoyo.
La violencia de género puede afectar a cualquier persona, independientemente de su ubicación geográfica, origen socioeconómico, raza, religión, sexualidad o identidad de género. Aunque las mujeres y las niñas son las que corren más riesgo y las más afectadas por la violencia de género, los niños, los hombres y las minorías sexuales y de género también experimentan la violencia de género.
Las secuelas de la violencia de género
La violencia de género puede tener graves repercusiones físicas, mentales, económicas y sociales. Por ejemplo, la violencia sexualizada puede provocar embarazos no deseados, abortos inseguros y transmisión de ITS, así como aislamiento y depresión. También puede impedir que las supervivientes alcancen la prosperidad económica debido al estigma o al trauma físico y psicológico causado por la violencia.
La prevalencia de la violencia de género en todo el mundo se debe en gran medida a la desigualdad de género sistémica que desempodera a las mujeres, las niñas y otras minorías, y sofoca sus voces para que sus historias no sean escuchadas y sus derechos humanos naturales puedan ser arrebatados más fácilmente. Al revisar las estadísticas, encontramos que ascienden a 43 las mujeres asesinadas por violencia de género en el año 2021.
El ciclo de la violencia se perpetúa aún más por la falta de justicia, la escasez de recursos disponibles o la falta de oportunidades económicas, lo que lleva a la superviviente a depender del maltratador. Por ejemplo, en Estados Unidos alrededor del dos por ciento de los violadores tienen posibilidades de ser encarcelados y los autores de crímenes de honor en todo el mundo rara vez son perseguidos. Esto permite a los grupos e individuos violentos seguir abusando de su poder sin temor a las repercusiones.
Ejemplos de violencia de género
La violencia de género puede manifestarse de muchas formas diferentes, y es importante que identifiquemos lo que se califica como violencia de género. Piensa en ella como un acto de violencia que está directamente relacionado con el género de la víctima o de los supervivientes, o que se justifica utilizando dicho género.
La violencia de género puede ocurrir en la esfera privada o pública, en las cocinas y dormitorios y en las calles, en los mercados y en las salas de juntas o en los campos de refugiados. Puede incluir el acoso callejero, es decir, el manoseo, los silbidos o la atención no deseada en los espacios públicos, y la violación marital y la violencia de pareja.
Hay muchas formas de violencia de género que han sido cuestionadas como tradiciones en ciertas comunidades. Ya sean los matrimonios precoces en ciertas comunidades de Estados Unidos, las violaciones en Sudáfrica y otros países del mundo, la trata de personas en la India, la violencia sexual en la República Democrática del Congo, el feminicidio en Guatemala, la mutilación genital femenina en Nigeria, los llamados crímenes de honor en Irak o Pakistán, no hay justificación para la violencia.
¿Qué se está haciendo contra la violencia de género?
Dado que la violencia de género es un problema tan extendido, hay muchas organizaciones y sectores que trabajan para abordarla y prevenirla, como el sector privado, los organismos multilaterales, los gobiernos y las ONG, entre ellas ONU Mujeres, USAID y ONG como Women for Women International.
ONU Mujeres promueve una intervención temprana que se centra en la promoción de relaciones entre niños y niñas basadas en el respeto y la igualdad a través de la educación. USAID también hace hincapié en la prevención a través de la concienciación, pero también hace hincapié en la necesidad de mejorar los servicios para los supervivientes de la violencia de género.
Mientras que el Fondo Mundial para la Mujer apoya esfuerzos más localizados, como el trabajo para acabar con la violencia de género en la industria de la confección en el sur de Asia.
¿Qué hace Women for Women Internarional?
En Women for Women International, se trabaja para hacer frente a la violencia de género a través de la educación en derechos de la mujer para hombres y mujeres. Enseñan a las mujeres sus derechos para que puedan abogar por sí mismas y por otras mujeres de la comunidad. También es esencial enseñar a los hombres los derechos de las mujeres y su responsabilidad en la defensa de esos derechos, incluida la prevención de la violencia de género.
Esta idea se basa en la idea de que las mujeres y los hombres son socios que deben trabajar mano a mano para lograr la igualdad de género. Por ejemplo, en Afganistán, al comienzo de su programa, el 6% de los hombres declararon tener una opinión positiva sobre el papel de la mujer en la toma de decisiones de la familia, mientras que después del curso, el 99% de los participantes veían positivamente la participación de la mujer en la toma de decisiones de la familia.
En los países en los que esta Organización trabaja, los hombres son un 20% más propensos a compartir información con sus comunidades sobre los efectos de la violencia contra las mujeres después de participar en el mismo. Para prevenir la violencia de género, debemos involucrar a los hombres para que sean aliados eficaces e inicien conversaciones inclusivas sobre el tema en sus comunidades y con sus propios compañeros.