Comer unas ricas alitas de pollo al horno se puede convertir en una experiencia gloriosa; y más cuando se pueden tener listas a la velocidad de la luz y disfrutarlas bien crujientes, jugosas y con las manos. Comer las alitas de pollo con las manos es todo un mantra que se disfruta desde principio a fin.
Con esta receta vas a alucinar porque, primero: se trata de una receta muy sencilla y segundo: es tan rápida, que en unos pocos minutos tendrás un banquete ante tus ojos. Anímate a prepararlas.
5Comienza con las alitas
Para empezar, escoge unas buenas alitas de pollo que estén frescas. Al momento de ir a comprarlas, cerciórate de que tengan un olor a fresco y que la carne se encuentre completamente firme.
Una vez en casa, límpialas bien y con un cerillo o soplete de cocina, elimina las plumas y pequeñas plumillas o ‘pelitos’ que puedan tener aun pegadas a la piel. Antes de aliñarlas, déjalas perfectamente limpias y el resultado será más exquisito.